BLOG DE JAIME ALBELDA

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EL BLOG DE JAIME ALBELDA "BIENVENIDO A LOS COMENTARIOS DEL UROGALLO"

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ESCUELA EFP DE AUTOMOVILISMO

EL ULTIMO BALUARTE


Concita a una reflexion, ese parentesis del tiempo que media entre 1943 al 2008, aplicada a la existenciade la EFP y como este centro llego a sobrevivir 32 años a la epoca franquista. sin descartar la comparacion que fueran ju,stamente otros 32 años, los que median desde su puesta en marcha hasta 1975,

Solamente un ligero toque de maquillaje en la nommenclatura de Escuela por Instituto , se aprecia, con la logica evolucion de adactar a nuevas tecnologias de la enseñanza ,los metodos de aprendizaje.Lo demas el espiritu de profesoresy alumnnos pervive con colosal proyeccion y nada ni nadie se atreve a incar el diente para que desaparecca el centro , sabiendo politicos y militares que su genesis era uno de los productos del regimen de los vencedores. Mas al verlo eficaz y barato ni lo tocarn Toda una metafica social se concentra en descifrar el enigma, y la respuesta no es otra, de que nuestra Escuela fue una obra bien concebida y mejor ejecutada, huerfana de contaminaciones ideologicas o religiosas en extremo. Lo justo y nada mas.

Encierran algo milagroso esos 65 magnificos años de vida en el conjuro de la enseñanza nacional.bapuleada por copiosas leyes de educacion y metodos . por la influencia de doctrinas al uso marcadas en la lectura de los textos y mentes de los inefables catedraticos y su cortejo nada corta de profesores y doctores. La Escuela iba a lo suyo.Por libre, sin rascar ni un titulo de aquellos que daban casi con metodos de tombola. sin duda, algo muy transcendente y sobre todo, rebosante de dignidad para nosotros .Tan solo nos enseñaban a ser buenos tecnicos, con recia responsabilidad, fieles y currantes, con dedicacion plena. Sin afanes de enchufismo ni apetencia de los miles de trepas e inutiles que nos rodeaban. Si la escuela hubiese sido un centro mas atendido por las titulaciones y el reconocimiento del regimen , habrian salido de ella ingenieros como hongos y sin duda con una competencia meridiana y alta. Quizas hai anide la grandeza de nustra idiosincasia, Nunca quisimos mas de lo que nos pertenecia. acogidos en un impecable espiritu de adactacion y sacrificio. De ahi que aquellos profesores, sean tan queridos, , por su mediatica humildad y eficacioa, en simbiosis perfecta con los alumnos. Tienen miga los alcances de ese referio tiempo ,desde 1948 al año 2008, en que un sucinto decreto de los gobernantes de turno, repararon en hacer desaparecer algo grandioso ,en mensaje humano y laboral

Ya perdida en el recuerdo, la Escuela no debemos dejarla que sea una nube de nostalgia sino que tome vida y agigante su impronta como ejemplar sistema de la formacion de hombres. De ahi que debeamos entre todo escribir su venerable cronica. sin olvidarnos de todos los buenos paños y tejidos que ha sido construida, El univeritario en la enseñanza, en lo deportivo triunfal , en la incorporacion como profesionales del Ejercito, el social, formando dignamente familias . QUE no escape nada ANTONIO VERDE , Sigue con la batuta pues la sinfonia a componer merece la pena . Sin duda tendra mas repercusion que EL CONCIERTO DE ARANJUEZ

LOS NIÑOS DE LA GUERRA....


La guerra tiene el descaro,

de que los padres entierren

a sus hijos bien queridos.

Cuando en la ley natural

son al reves los destinos.

Las guerras pagan tributos

que los sufren inocentes

porque quien manda hacer guerras

esos nunca van al frente.

Quedan huerfanos tendidos,

en los páramos del mundo.

Sin que nadie salvo ellos

sepan vencer a lo inmundo

En aquella vil contienda

que se enfrentaron hermanos,

niños quedaron tan solos,

que cogidos de la mano

muy lejos se los llevaron.

Otros aqui se quedaron.....

Un esfuerzo sobrehumano

fue yunque y en tal medida

que la victoria en sus vidas

Digna y triunfante se aferra

Ellos fueron ,no lo olvidan,

tambien niños de la guerra.
EQUIPO DE BALONMANO 1970
a esos deportistas que nos muestra la postal. Eran mis compañeros de estudios , unos jovenes tan esforzados como fuertes y veloces en el juego que practicaban . Jugaban el la division de honor de Blonmano y recorrian España en la caja de un camion , para cumplir sus compromisos como equipo titular de nuestro centro de formacion. Eran los mejores , los mas veloces en recorrer el campo. los mas ingeniosos en pasarse el balon. Los mas potentes y precisos en los tiros a puerta. Formaban la dedensa y componian el ataque como una piña de colosos invencibles.Antonio Castillo" EL MORO," ejercia de portero imbatible. PAREDES, estructuraba la defensa como central. Rezagado , al que auxiliaban enseguida MULA y VINICIO , PACO MARTIN, sentaba sus reales en el centro del campo para componer el ataque, auxiliado por GARRIDO, quien tenia una inteligente vision y distribucion del juego . Se movian PACO y GARRIDO como dos anguilas escurririzas entre la muralla defensiva de los contrarios .A veces, el pase de balon se lo confiaban a CUADRADO, que ya inflitrdo marcaba el gol , casi siempre raso , cruzado, preciso.. Otro lance de distribucion era retrasr el balon , an la trayectoria, que recorrian MULA o VINICIO, llegando a la carrera desde atras.. La inercia del desplazamiento se sumaba al vuelo y fuerza de sus brazos. Tampoco fallaban , la red temblaba al acunar el balon. En las gradas nos dabamos abrazos celebrando los goles de la victoria. O sea como lo hacen hoy, pero han pasado 50 años.... EL MORO....PAREDES... MULA....VINICIO....PACO MARTIN...GARRIDO Y CUADRADO... que equipazo y que inovidables compañeros de estudios y de la vida.sIN OLVIDAR EN ESTA RESEÑA AL MAESTRO RICO, AL GIGANTESCO OROZCO, AL CANARIO SUAREZ , DE IGUAL APELLIDO QUE EL GRAN CORONEL DE ESAS HUESTES,Y PINO, QUE APARECEN CON IDENTICOS MERITOS EN LA FOTOGRAFIA.Nadie cobraba ni por jugar ni por admirar su apasionante juego. No eran estrellas de masas, sino jovenes deportistas, que debian laverse la grasa de sus manos , sembrada alli por el trabajo en los talleres, para que el balon no resbalrara en la palma o en los dedos. ERAN EL DEPORTE EN ESTADO PURO.
Publicado por Urogallo en 23:38 0 comentarios Enviar por correo electrónico
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CATEDRAL DE BURGOS, siempre digna de co
                                                                             

                                                      EN CHOFER DE ANTONIO MACHIN

ALLI POR LOS AÑOS DE 1970, COINCIDI EN bURGOS CON UN COMPAÑERO DE MI PROMOCION LA XIII, que era chapista y estaba de paso en la ciudad. . ERA EL CHOFER DEL CANTANTE ANTINIO MACHIN.
Fue un encuentreo feliz, como todos los que tenemos destre compañeros. Pasamos la tarde juntos y biuena parte de la noche , mientras aquel Mago de canciones de amor , cumplia su compromiso artistisco en un conocido teatro de la capital burgalesa.
Siento no acrdarme del nombre ni demas datos de aquel amable compañero de la Escuela , que el destino le habia llevadoa ejrcer tan insolito y curioso compromiso de ganarse la vida. quizas alguno sepa mas detalles, incluso que al protagonista de esta ciata le llegue su lectura y nos conteste con amenas vivencias.Si recuerdo que me relato su muy complaciente vida al servicio de aquel inolvidable maestro, relatandome  que contaba con muy numerosas seguidoras, admiradoras de su arte y como Mchin ya era un anciano y sse aplicaba demasiado en sofocar ardores de las damas, con gran diligencia su chofer, suplia con dedicado entusiasmo dejar bien a su Patron, ATENDEIENDO LAS DEMANDAS FEMENINAS. Haber si logramos la primicia de localizar a aquel buen compañero.


                                                                 
Diccionario de AUTORIDADES de la EFP    

Circula por las bibliotecas antiguas, también en librerías,, un diccionario al uso , de singular contenido en su lectura, que se acoge  desde la amenidad a la nostalgia por palabras hoy en desuso, tras cumplir durante siglos una función  transcendental para entenderse las personas. Su autor fue un clásico del siglo XVII, llamado ANDRÉS DE COVARRUVIAS  y la obra en conjunto se titula DICCIONARIO DE ANTIGUEDADES.
Se me ocurre pensar que en otro orden mas intimista y menos académico, los alumnos de la Escuela usamos algunas palabras, muy nuestras. Las inventamos para entendernos nosotros. Y se me antoja repasarlas con leves comentarios . seguro que el alcance de aquellos vocablos y sus conceptos,  nos dicen mucho de situaciones y personajes que vivimos en primera personas. Esas palabras,  comentaremos y si sale algo de ello , rastrearemos otras  con el mismo afán , por ser sencillamente nuestras y que tenemos la obligación de que no queden en el olvido mas ingrato
CARTUJO
Ejemplar de escolapio martirizado con un castigo feroz. Mas cruel que cuantos fueron aplicados en la época medieval. Consistía en la privación del paseo y salida de la escuela los domingos y festivos, para forzarle a las tareas de estudiar, por haber suspendido dos asignaturas. Tenia carácter al menos trimestral. Antes para abrir boca lo habían dejado sin vacaciones. Eso si , le permitían asistir a la película habitual que ponían los Domingos, normalmente de carácter religioso o proclive al régimen. Se le exigía a asistir a la misa escoltado , teniendo tan solo la libertad de beber agua de las fuentes, aquellas de chorro vertical que había al lado del campo de balonmano.
EL PAPI
Poderoso patriarca del centro , al que solo le faltaba la vara de Moisés. Apareíia de vez en cuando para ejercer la dirección y dejar buena huella de su autoridad . Era pluriempleado en la vida civil, presidente de una gran empresa. Hablaba ingles y disponía de chofer y  coche oficial.. Pese al rigor que ejercía era un a persona de gran veneración pues todo lo que en el centro acontecía en beneficios de enseñanza y futuro prestigio estaba bajo la eficacia de sus gestiones.
BITOQUE
Manjar supremo de la alimenticio de los escolapios. De origen ruso. Fabricado con la carne que mando Argentina en los años del hambre, conservada  en los frigoríficos de la Dirección general de abastecimientos. Los bitoques eran como tortitas de carne picada, a las que se sometía a su paso por una gran sartén sin aceite, así salía dispuesto para su exquisita degustación, eran los bitoques de color negro y cuando se quedaban frios parecían piedras.
PEGAO
Alumno en estado puro de ignorancia, cuando se le requería en clase recitar la lección . Salía del pupitre a la zona de la pizarra y el profe, comenzaba a haberle preguntas , a las que nunca respondía , poniendo cara de haba. El cabreo del profesor era mayúsculo y el cachondeo de los alumnos de la clase contenido. Una situación inenarrable, Si hoy tendríamos la oportunidad de vivir o contemplar una escena protagonizada por el PEGAO, no habría dinero para amortizar la gracia que contenía
¡PEROLA!
Grito estridente, casi selvático, dado en el comedor tres veces al día, para incitar al que estaba de turno en la mesa, que se acercara a la ventanilla  de reparto y traernos humeante y apetitosa la comida, para luego distribuirla en los platos. El grito era pronunciado alto y orquestado tras las oraciones o el rosario que lo precedía.
PELOTADELCURA
Ejemplar de alumno, sumiso con cara de monje Benedictino, que le contaba el cura, si habías ido el domingo a ver una película de clasificación cuatro. Letal para la nota de religión.. Mientras que al PELOTADELCURA , Le cascaba un diez. También  contaba quienes se hacían pajillas en la cama.
 SABACANTINA
Ceremonial orgiástico acaecido los sábados a la tarde. Una especie de l Botellón que hoy protagonizan los jóvenes , pero muy restringido y sin chavalas. Se aprovechaba para contarnos nuestras cosa en el gran bar de Barciela, una especie de MAC- DONAL pero a lo bestia.
Bueno pues esas palabras referidas son las que me han ocurrido comentar. Si hay mas , que seguro las habrá, les dedicaremos otra crónica..

OBRA DE TEATRO REPRESENTADA EN 1959, CON MOTIVO DE LA HONOMASTICA DE PIQUERAS, QUIEN SUBIO AL ESCENARIO A FELICITAR A LOS ACTORES. El DE LA SOTANA ES UN PADRE SALESIANO ,QUIEN PARECE UNO MAS DE LOS INTERPRETES .

Esa Vieja fotografia, que Braulio Gomez Navas, ha tenido el acierto de conservarla , para nuestro disfrute, ademas de contener una gran calidad tecnica, incluso en el enmarque de los personajes en ella acogidos, tiene tambien la excelencia de expresar la alegria espontanea y creo que constante de nuestra cinvivencia(promocion xiii).Eramos asi, ingeniosos ,bromistas , sin compejos De frente siempre, resueltos y capaces incluso de interpretar , parodias para reinos de nuestra propia sombra. Debemos a Pedro Abad  el envio de la estampa, y pienso que es la iniciativa para disfrutar de otras imagenes parecidas que nos llenaran de felices recuerdos.. 
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  SEGUNDA ENTREGA . DICCIONARIO DE ANTIGUEDADE EFP

EL AGONIA

Alumno maniático en su afán de estudiar. Se pasaba las noches en los wáteres de los dormitorios empollando Al final no destacaba pese a su esfuerzo y dedicación. Solía tener un carácter bronco y antipático , no prestaba a nadie sus apuntes y hacia chuletas tan ineficaces que nunca acertaba en reflejar utilidad para su uso en los exámenes- .


EL ENCHUFADO
Enchufados lo quiere decir es favorecidos por algún profesor ,cura monja, o el impecable paisano que tenia cierto poder e influencia . Había una gran manada en todos los cursos , sobre todo los dos primeros. Tal vez para vigilarles conductas o los progresos en los estudios. ESE ENCHUFISMO QUE ERA DESCARADO, iba en detrimento de quienes no lo estaban , pero  existían. Apreciándose  notablemente   
en componer escalafones de las promociones primeras de especialistas. Lo cual a la larga no resulto, pues la trampa siempre campa, y los ascensos los alcanzaban quien lo merecía por meritos propios..


PERMISO DOS COMIDAS

Solía estar como todo en LaEescuela , controlado en listas al uso ,  el permiso de DOS COMIDAS a los alumnos los domingos, Todo por hacer mas largo el disfrutar en Madrid  los días festivos. Madrid, siempre fue una maravilla en  ofertas para pasarlo bien,  al menos entretenidos. Axial que tras el misión dominical y tras la oportuna revista a la salida , se cogía en tranvía 34 incorporándose a la abigarrada parroquia madrileña, que a esas horas de la mañana, sobre las 11, se concentraba en el rastro. Tras el entretenido paseo por este se acababa por las inmediaciones de la Plaza de la cebada , Para comerse una rica y barata paella como plato único, sin postre, pero con abundante vino blanco de La Mancha. . Luego, ya elegido el cine de sesión continua, pasabas en el la tarde , si era invierno , PICOTEANDO EN EL BUEN TIEMPO EL RETIRO, O LA CASA DE CAMPO , con el afán y poco éxito de hablar con alguna cuadrilla de chavalas. Si el calor apretaba y había presupuesto, alguna vez nos dejábamos caer por la ISLA, que era una piscina popular .  Con aquel permiso de dos comidas nos integrábamos en la sociedad madrileña  La cena ,solía ser un bocata de calamares y cañita de cerveza en Atocha , donde se cogía el tranvía de vuelta.
Alguna vez acontecía que el giro no llegaba a punto y teníamos que suspender el programa de salida intensiva de aquellos domingos. Nos quedábamos en la escuela y para colmo, nos prohibían comer ya que contábamos con el oportuno  derecho para  acudir AL COMEDOR. Ironías del destino. Tenias permiso de comida y resultaba que n zampabas en ninguna parte



EL TRIPERO

Era el tripero de inconfundible imagen . pues los que no eran presentaban una tipología fibrosa, escueta en carnes, atlética, que era lo normal. El tripero  en cambio apuntaba a obeso, Su movilidad y espíritu deportivo brillaba por su ausencia y mantenía una puntualidad admirable en los horarios de comedor. El los desayunos localizaba especialmente a los canarios, quienes acudían a la primera pitanza con su clásico paquete de gofio, al que el tripero dispensaba veneración y siempre le invitaban a un par de cucharadas. Ya en las comidas procuraba ganarse la confianza del jefe de mesa, suplantándolo si faltaba, con gran fervor y que todos sabíamos porque. Siempre se apuntaba a los reganches. No se quedaba a recoger las migas de la mesa porque no tenia plumas ni tiempo  , pues salía ya pensando en hacer cola ante el cesto de la merienda  para apropiarse del trozo de pan mas grande. Era su conducta muy entretenida, Gran personaje y clásico el tripero.














( alumnos de la efp, año1956)e


TORRE@ESCUELA.(vino para compañeros)

BINDIS ES AMISTAD

Y SI EL VINO ES DE LA RIOJA

ES UN BRINDIS CON BLASON

QUE PORTA FELICIDAD

Y SI UNA TORRE CIMERA,

PROVOVA TAL OCASION

ES IMPOSIBLE LA ESPERA

PUES LA TORRE ES UNA ESTRELLA

DE UN INFINITO FULGOR.

!BRINDEMOS CON GRAN HONOR,

POR AQUELLA NUESTRA ESCUELA
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Diccionario de AUTORIDADES de la EFP    

Circula por las bibliotecas antiguas, también en librerías,, un diccionario al uso , de singular contenido en su lectura, que se acoge  desde la amenidad a la nostalgia por palabras hoy en desuso, tras cumplir durante siglos una función  transcendental para entenderse las personas. Su autor fue un clásico del siglo XVII, llamado ANDRÉS DE COVARRUVIAS  y la obra en conjunto se titula DICCIONARIO DE ANTIGUEDADES.
Se me ocurre pensar que en otro orden mas intimista y menos académico, los alumnos de la Escuela usamos algunas palabras, muy nuestras. Las inventamos para entendernos nosotros. Y se me antoja repasarlas con leves comentarios . seguro que el alcance de aquellos vocablos y sus conceptos,  nos dicen mucho de situaciones y personajes que vivimos en primera personas. Esas palabras,  comentaremos y si sale algo de ello , rastrearemos otras  con el mismo afán , por ser sencillamente nuestras y que tenemos la obligación de que no queden en el olvido mas ingrato
CARTUJO
Ejemplar de escolapio martirizado con un castigo feroz. Mas cruel que cuantos fueron aplicados en la época medieval. Consistía en la privación del paseo y salida de la escuela los domingos y festivos, para forzarle a las tareas de estudiar, por haber suspendido dos asignaturas. Tenia carácter al menos trimestral. Antes para abrir boca lo habían dejado sin vacaciones. Eso si , le permitían asistir a la película habitual que ponían los Domingos, normalmente de carácter religioso o proclive al régimen. Se le exigía a asistir a la misa escoltado , teniendo tan solo la libertad de beber agua de las fuentes,aquellas de chorro vertical que había al lado del campo de balonmano.
EL PAPI
Poderoso patriarca del centro , al que solo le faltaba la vara de Moisés. Apareíia de vez en cuando para ejercer la dirección y dejar buena huella de su autoridad . Era pluriempleado en la vida civil, presidente de una gran empresa. Hablaba ingles y disponía de chofer y  coche oficial.. Pese al rigor que ejercía era un a persona de gran veneración pues todo lo que en el centro acontecía en beneficios de enseñanza y futuro prestigio estaba bajo la eficacia de sus gestiones.
BITOQUE
Manjar supremo de la alimenticio de los escolapios. De origen ruso. Fabricado con la carne que mando Argentina en los años del hambre, conservada  en los frigoríficos de la Dirección general de abastecimientos. Los bitoques eran como tortitas de carne picada, a las que se sometía a su paso por una gran sartén sin aceite, así salía dispuesto para su exquisita degustación, eran los bitoques de color negro y cuando se quedaban frios parecían piedras.
PEGAO
Alumno en estado puro de ignorancia, cuando se le requería en clase recitar la lección . Salía del pupitre a la zona de la pizarra y el profe, comenzaba a haberle preguntas , a las que nunca respondía , poniendo cara de haba. El cabreo del profesor era mayúsculo y el cachondeo de los alumnos de la clase contenido. Una situación inenarrable, Si hoy tendríamos la oportunidad de vivir o contemplar una escena protagonizada por el PEGAO, no habría dinero para amortizar la gracia que contenía
¡PEROLA!
Grito estridente, casi selvático, dado en el comedor tres veces al día, para incitar al que estaba de turno en la mesa, que se acercara a la ventanilla  de reparto y traernos humeante y apetitosa la comida, para luego distribuirla en los platos. El grito era pronunciado alto y orquestado tras las oraciones o el rosario que lo precedía.
PELOTADELCURA
Ejemplar de alumno, sumiso con cara de monje Benedictino, que le contaba el cura, si habías ido el domingo a ver una película de clasificación cuatro. Letal para la nota de religión.. Mientras que al PELOTADELCURA , Le cascaba un diez. También  contaba quienes se hacían pajillas en la cama.
 SABACANTINA
Ceremonial orgiástico acaecido los sábados a la tarde. Una especie de l Botellón que hoy protagonizan los jóvenes , pero muy restringido y sin chavalas. Se aprovechaba para contarnos nuestras cosa en el gran bar de Barciela, una especie de MAC- DONAL pero a lo bestia.
Bueno pues esas palabras referidas son las que me han ocurrido comentar. Si hay mas , que seguro las habrá, les dedicaremos otra crónica..

 







CRONICAS EFP de A         LA ENFRMERIA

No solían ocurrir en la vida de cotidiana de la Escuela acontecimientos relevantes , que minaran su actividad habitual, por enfermedad de los alumnos.. Al menos no transcendían en alarma o noticia. A pesar de ser cientos de  personas, no se producían reyertas serias. Si había rivalidad, se solucionaba con un buen partido de balonmano, sin agrandes agresiones física. Estábamos protegidos por una especie de ángel de la guarda y eran pocas les lesiones o accidentes de talleres Incluso gozábamos de una buena salud, seria quizás por aquellas raciones de aceite de hígado de bacalao que nos hacían tomar muchos días en la entrada del desayuno en el comedor. Tarea que era encomendaban  a la vigilancia tenaz al sanitario SUPREMO. , El cual supongo recordaran los alumnos, por su muy curiosa imagen y actividades, entre ellas las imprevistas revistas a los dormitorios, para revisar la higiene general, incluida el tamaño de las uñas de los pies. entraba aquel impetuoso señor con bata blanca , como si fuese un ciclón. Ya todos nos situaba firmes al pie de la cama . ALGUNOS NI SIQUIERA LES DABA TIEMPO A QUE LES BAJARA DEL TODO EL CIRINGUITO, así que se exponían ala revista en posición! de presenten armas!.
Era aquel pintoresco sanitario un ejemplar único , que apajarado con el apreciado Teniente Cortiñas, componían algo así, como EL DUO DINAMICO DE LA ESCUELA., siempre activos. En las mañanas de los domingos, cuando se celebraba un partido de elite de balonmano, aparecían por la enfermería—botiquín, el Sanitario y sor Julita ,que era una monjita  muy guapa, de voz dulce y andares graciosos e insinuantes  SEGURAMENTE HABIA PERDIDO EL NOVIO EN LA GUERRA. Un ángel sin duda, con mas meritos que la madre Teresa de Calcuta. El sanitario y monjita,  vestían   batas blancas esmeradamente planchadas ,  el Papi los distinguía con  un especial saludo desde la tribuna que presidía. durante el partido. Quizás, seria ese, el único tributo que recibían aquellas dos samaritanas personas….
La enfermería, tenia frenética actividad, . En las mañanas reconocimientos de todo tipo, a las diferentes promociones, Rayos X, de dentadura, oftalmología, en fin. bien controlados .
Solíamos estar digamos, que como mulos, casi todos nosotros, quizás alguna vez nos asaltaba alguna gripe , cuya gravedad la media sor Julita a tenor de lo afiebrado que acudías , SI LA TEMPERATURA ERA MENOR DE 40, TE HACIA POCO CASO.-
Una tarde llego VINICIO  con 41 grados de fiebre, diagnosticándole una Menimgistis agresiva y de alto riesgo de contagio. Por lo que al grupo, creo que era tercero I, nos tubieron en cuarentena , aislados y con un control constante por los doctores del ramo del HOSPITAL GOMEZ ULLA..
 Este centro estaba en CARABANCHEL BAJO Muy cerca de la famosa Plaza de Toros, evocada por la Zarzuela de una época.. Salvo cuando un cabo primero de aviación le rompió la clavícula a Garrido en un partido de balonmano y la grave enfermedad de ANDRÉS DE LEON LOPEZ MONTERO, No íbamos si por equivocación al Hospital aquel.
La enfermedad de Andrés, tubo un fatal desenlace , falleciendo aquel verano de una traidrá Leucemia. Creo que la sufrimos como nuestra pues EL CHICHI, que así lo llamábamos, era un icono de alegría , que todos apreciamos. Sacrificamos por un tiempo las tardes de los domingos para visitarlo. No he visto nunca un enfermo mas agradecido con aquellas  sincera presencia nuestra. Su vecino de pupitre era Braulio Gomes Navas,
Entre los dos no existían las penas en ninguno de nosotros, El CHICHI , era de Murcia, tenia el pelo ensortijado , como un querubín del cielo. Sentimos hondamente su pérdida .La familia nos lo agradecía especialmente. Aquellos domingos de piadosas visitas ,  eran compensados , con una invitación de a merendar por parte de los familiares del enfermo. Tarea que hacíamos en las buenas tascas, de Carabanchel Bajo , cercanas al coso taurino
Una tarde, presenciamos como dos gigantescos clientes de uno de los bars, degustaron de una sentada una cazuela de callos a la Madrileña. Lacayuela tenia un diámetro no menos de quince pulgadas, que se  comieron en su abrir y cerrar de ojos, acompañado con la bebida a morro de dos botellas de fino la INA  por barba. Aquellos señores eran ORSON WELLES Y ERNEST HERMIGUAY. . 




 CRONICAS EFP




                                                                  COMPAÑERISMO



El compañerismo tiene muy acciones en la milicia. Es sin duda un concepto nacido de ella. Su ejercio es plena generosidad , comprensión y ayuda  a ultranza . En nuestro caso , la Escuela, como matriz de tan loable cualidad humana, era algo sincero espontáneo, de cotidiana presencia , Sin contaminación de mojigatas cédulas de la  misantropía, o caridad. Era algo singular, rozando la hermandad fraterna . De ahí parte el jubiloso sentimiento , que ni el paso de años, muchos años, cincuenta quizá no han  , 
  sido capaces de destruir  ese compañerismo allí cosechado.
Recuerdo una vivencia directa y admirable, que protagonizo el alférez Plaza en el puerto del AAIUN, allí por el año 1961.  Destinado ese oficial escolapio en parques y talleres de aquella plaza africana , no dudo en bajar a recibirnos, al saber de nuestra llegada, al mando de un conwoy , que nos había de trasladar, tras el desembarco , después de tres o cuatro días tendidos en la cubierta de un cascaron sin mas alimento, que plátanos verdes, que sustraíamos en las bodegas.
El alférez Plaza, se acerco a nosotros y nos saludo con una frase sencilla , pero muy elocuente. ¡BIENBENIDOS COMPAÑEROS! nos dijo , luego, nos abrazo uno por uno. Hoy parecería un gesto normal. Entonces, era un lujo sentirse arropado por un oficial con tamaño sentimiento.
Abundo en esta reflexión por el acierto de ANTONIO VERDE, de glosar a los compañeros politécnicos en la conocida figura escolapia de Carmelo. Y quisiera trasladar el comentario a recordar aquellos paneles de homenaje a los privilegiados que ganaban las difíciles oposiciones en la Politécnica.  Eran cuadros de honor que figuraban en los pasillos regios del área de oficias, recogiendo los nombres y fotografías de aquellos que a la mayoría nos parecían prohombres.
Y lo eran , desde un esfuerzo titánico de estudio y sacrificio lograban entrar como príncipes de la milicia. Algunos no cesaron en su vida de estudiar . Existiendo casos insólitos de alcanzar algunos la titulación de Doctor ingeniero, caso de FERNANDO GATELL, que escalo con infinito denuedo tan grande titulación técnica. DE APRENDIZ a Ingeniero. Creo que existen caso similares de compañeros eméritos. A oficial AYUDANTE  de ingeniero llegaron muchos. Se me ocurre citar a Ribas cuyo prestigio en la electricidad del automóvil era nacional, descolgándose como autor, de textos técnicos del ramo. Creo que todos esos oficiales escolapios, tenían con nosotros un hondo compañerismo, al margen de la autoridad que les asistía , cuando se coincidía en destinos  en parques y unidades , a pesar  los empleos inferiores, obviando el feroz clasismo que imperaba. Lo cual es de agradecer. 
El fundador del cuerpo politécnico en España, creo haberlo comentado en algún foro afín a estas publicaciones, fue el general FERNADEZ LADREDA, Tengo referencias que era del arma de Ingenieros muy  próximo al gran ARIAS PAZ, en fundar para la modernidad de entonces en la nación Institutos acordes . LA EFP. Cuenta en  ese empeño, uno de los logros más eficaces. Pues al formarse los cuerpos de suboficiales  especialista, se bordo en feliz idea. Recuerdo el discurso de PIQUERAS, dedicado a la primera promoción, cuando nos impusieron los galones de cabos primeros . SOIS DIJO LA PRIMERA PROMOCION DE LA ESCUELA QUE SALE  A MANDAR. Angelitos de nosotros, lo de cabos primeros, nos parecía un empleo de Mariscal. …. Con la misma ,algunos , se fueron a Campamento por la tarde, para recibir y responder a los saludos de los soldados cuando salieron de paseo. Eran a cientos los que saludaron a los noveles cabos primeros, cuyo empleo, sueldo y futuros ascensos nos arreglo un poco la vida








LOS TALLERES
CRONICAS EFP


Los talleres de practicas y aprendizaje de la Escuela., eran los buques insignia de nuestra formación . En época de las 20 primeras promociones, se impartian tres fundamentales especialidades. MONTADORES ELECTRICISTAS , CAHAPISTAS SOLDADORES Y TECNICOS EN MAQUINAS HERRAMIENTAS. Estos últimos tenían un taller exquisito, donde de aliniaban tornos y fresadoras como si fuesen escritorios sagrados de los copistas medievales. Inclinados ante su labor LOS ALUMNOS se afanaban para lograr algo perfecto en medida y forma , con acoplamiento perfecto en el ajuste o función para la que eran fabricados aquellos módulos .A los maquinistas les asistía una aureola especial de técnicos perfeccionistas, sospechando que esos compañeros, eran auténticos portentos , del calculo y de la creatividad. Tenían una especial vitola, al igual que la nave de maquinas herramientas donde operaban, solemne y ordenada en un trabajo de esquemas y pulidas herramientas dispuestas en su corte y calidad de materiales Su jefe de estudios era Saijas, quien gozaba de un gran prestigio como profesor , siendo un hombre de una ancha cultura, en cuyo uso y trasmisión , no regateaba emitirla a los alumnos quienes apreciaban su formación científica e incluso filosófica de la vida.
Otro taller “Buque Insignia” también, era el de CHAPA. De gran espacio en su area, subdividido en las secciones de las diferentes técnicas de soldadura., era su ambiente ruidoso, por el batir de los martillos y los TAS. Había que hablar a gritos para entenderse. Parecía una discoteca sicodélica de esas que están en uso, y donde para comunicarse hay que usar la mímica dactil de los sordo- mudos.. Contagiados quizás por la tamboreada de su trabajo , los chapistas compañeros eran mas alegres , digamos que revoltosos y bromistas, Los había , artistas prodigiosos, casi como los antiguos orfebres de la plata. Tuve noticias que uno de estos virtuosos chapistas de la Escuela, cayo ya en sexto y séptimo curso, en una unidad militar, cuyo coronel Jefe era mutilado de Guerra en tal rigor, que tenia que usar un pierna ortopédica de chapa, cuya imperfección, le producía en el muñón de acoplamiento unos dolores insoportables. Nuestro compañero chapista , le hizo un acoplamiento tan perfecto a l muñón , que dejo la prótesis perfecta, para la andadura del jefazo. Este se lo agradeció tanto que lo elevo de la noche a la mañana a la categoría de Alférez…(DE AQUELLOS REGIMENTALES naturalmente). Los premios y galardones en concursos de máquinas y soldadura, los alcanzaban los birgueros , casi todos los años, en certámenes incluso Europeos
El colectivo de los montadores contaban con un rosario de dependencia mas numerosa, Montaje, motores y electricidad, donde rotábamos para saber bien los alcances de estas especialidades tan importantes todas ellas. EL ALFEREZ AGUADO EL GRAN DURAN, LOS MAESTROS MARIO Y BUSTOS, QUE ERAN EXALUNOS. Y POR ENDE, COMPAÑEROS AMABLES EN EL TRATOY LA ENSEÑANZA .Llegaban a su función desde un expediente escolar brillante y vestían de gris, decorándose con una barra dorada bajo el bolsillo izquierdo. Eran algo así como oficiales de primera militarizados. Tanto que el maestro Roca le soltó el Papi un sopapo parecido al de la película GILDA, por el terrible delito de ojear el Marca, en horas de taller. El Maestro roca tuvo el gesto de marcharse de su puesto, ante la indignidad del excesivo castigo
L a piedra de toque de los montadores era , el gran taller, de reparaciones, que ya tenia una función de responsabilidad cualitativa del oficio. Lo dirigía en la función técnica el maestro SULE, patriarca de una saga el servicio de la Escuela. La presidencia o jefatura, corría a cargo del Capitán PEDRITO, diminutivo que le hacia gala. Era un oficial riguroso , rezumando seriedad y autoridad mediática. Decir como anécdota, que colgaba el teléfono de su despacho de forma acorde para llegar a tenderlo de puntillas, disponiendo un suplemento, que ha veces se lo escondíamos. Observando su impotencia en llegar al aparato. Si cazaba al bromista, lo castigaba un par de meses a limpiar las baldosas del CLIPTON. QUE ERA UN MONSTRUOSO PANEL DE PRUEBAS Y QUE NO SERVIA ABSOLUTAMENTE PARA NADA.. Baya maula que era el cuadro aquel de diagnostico de averías. Recuerdo que estaba dispuesto a la entrada del gran taller. Cuando teníamos visita regia en la escuela, fregábamos el Clipton con cepillo de dientes.

















Vida y milagros de Santo Domingo sabio PERDONAR EL LADRILLO

Nacimiento y Bautizo

Infancia

Primera Comunión

Alumno ejemplar

Una respuesta edificante

Un encuentro peligroso

Un castigo injusto

Primer encuentro con Don Bosco

Primer mes en el oratorio

Ejemplos edificantes

Un ejemplo heroico de caridad

La santidad que Don Bosco quería de sus jóvenes

Devoción a María Santísima

Permanece en éxtasis durante varias horas

Quebrantos de salud

Milagrosa curación de su madre

Don Bosco premia a los mejores alumnos del oratorio

Otra intervención heroica

Revelaciones especiales de Dios

Sus mejores amigos

Despedida del oratorio

Su muerte

¿Visión o sueño?

La opinión de dos Papas

¿Cómo era Domingo Savio?

La Beatificación

La Canonización



Nacimiento y Bautizo

En Riva de Chieri, en la humilde casita de los esposos Carlos y Brígida, durante toda la noche, la luz había permanecido encendida. Los amigos y familiares entraban y salían.

-¡"Ya verás, todo saldrá bien"!, le decía Carlos mientras con cariño le apretaba la mano.

"Sí, Carlos, así lo espero. Le he rezado mucho a la Virgen. Debe oírme. Se lo consagraré a Ella".

Las horas pasaban lentamente. Amaneció el día 2 de abril. Era sábado. Carlos entra y sale del cuarto. Está nervioso. A las nueve de la mañana de aquel 2 de abril de 1842 Brígida daba a luz un niño.

El grito del recién nacido ahogó las lágrimas de alegría de una madre feliz.

Había nacido Domingo Savio.

Ese mismo día hacia el atardecer, Carlos y Brígida bautizaron al niño.

Como a su abuelo, lo llamaron Domingo.





Infancia

De Riva de Chieri se trasladaron a Murialdo. Domingo tenía sólo unos veinte meses.

En 1844 le nace un hermanito. ¡Apenas tuvieron tiempo para bautizarlo! ¡Pobre Brígida! Cada nacimiento de un hijo significaba para ella horas de angustia, de dolor y amargo desengaño.

Carlitos muere al día siguiente de nacer.

En Murialdo van a nacer otros hermanitos de Domingo. La familia aumenta. Brígida tendrá que multiplicarse para atender a todos. Pero ella, como la mujer fuerte de la Biblia, se entrega a su esposo y a sus hijos sin que se agoten sus reservas de amor.

Carlos podrá olvidarlo todo. Pero no olvidará esos años de Murialdo cuando Dominguito se hacía todo amabilidad para darle a él esas horas de alegría. Más tarde, al recordar aquellos años, sus amigos le oirán repetir: "¡Cuánto consuelo y satisfacción me proporcionaba mi Domingo!".

Domingo tiene cinco años. Mientras sus dos hermanitos quedan dormidos en la casa, la madre lo lleva a la Iglesia. Muchas veces la puerta del templo está cerrada. Entonces se arrodilla. Su mente y su corazón vuelan al Sagrario. Aprende a ayudar a Misa. Llegará a ser un monaguillo ideal.





Primera Comunión

Febrero de 1853: con sus padres y hermanitos, Domingo se traslada a Mondonio. Tiene siete años y una preparación y madurez poco común.

Un día Domingo llega corriendo a su casa. Le trae una gran noticia a su madre.

-"¡Madre, el Capellán me ha dicho que puedo hacer la Primera Comunión!".

La víspera del gran día, Domingo se acerca a su madre. Le estrecha las manos entre las suyas y con timidez le dice:

-"Madre, mañana voy a hacer la Primera Comunión. Quiero pedirte perdón por todo lo que te he hecho sufrir. De ahora en adelante seré mucho mejor".

Una gruesa lágrima rodó por las mejillas de Domingo. Los ojos de Brígida también se humedecieron:

-"Tú sabes, hijo mío, -le dijo mientras le besaba en la frente- que todo ha sido perdonado.

8 de abril de 1849: el mundo católico celebra la fiesta de la Resurrección del Señor. Es el día en el que Domingo culmina sus aspiraciones: hace su Primera Comunión.

Muy temprano, vestido de fiesta, Domingo se dirige a la Iglesia parroquial de Castelnuovo.

Escribe Don Bosco en la vida del santo: "Domingo fue el primero en entrar al templo y el último en salir. Aquel día fue siempre memorable para él". Parecía un ángel. Era un ángel.

Arrodillado al pie del altar, con las manos juntas y con la mente y el corazón transportados al cielo, pronunció los propósitos que venía preparando desde hace tiempo.

"Propósitos que yo, Domingo Savio, hice el año de 1849, a los siete años de edad, el día de mi Primera Comunión":

1. "Me confesaré muy a menudo y recibiré la Sagrada Comunión siempre que el confesor me lo permita".

2. "Quiero santificar los días de fiesta".

3. "Mis amigos serán Jesús y María".

4. "Antes morir que pecar".

"Estos recuerdos, -continúa diciendo Don Bosco-, fueron la norma de todos sus actos hasta el fin de su vida".





Alumno ejemplar

Domingo vive en Murialdo, aldea de unos cuatrocientos habitantes. Se ha hecho gran amigo del Capellán y le ayuda la misa con toda perfección. En la escuela es el mejor alumno. Pero debe trasladarse a Castelnuovo para continuar la primaria. Sus padres tienen miedo y con razón, de dejarlo hacer sólo unos cinco kilómetros que separan a Castelnuovo de Murialdo.

-"Madre, -decía Domingo- si yo fuera un pajarito volaría mañana y tarde a Castelnuovo para continuar mis estudios".

Todos son amigos de Domingo. Brígida lo besa emocionada cada vez que Domingo regresa a la casa con la medalla de honor como premio por su buena conducta y aplicación.

Domingo rechaza los elogios:

-"Madre, yo sólo hago lo que tengo que hacer. El maestro es muy bueno y siempre perdona tantas faltas que uno comete durante la semana".

Pero Domingo debe suspender las clases. La madre lo nota demasiado pálido, delgado, cansado. Tiene poca salud. -"Domingo -le dice- debes descansar. En estos meses te has esforzado mucho".

Su padre tiene que irse de Murialdo para buscar trabajo.

Se trasladan a Mondonio. Pero Domingo conservará recuerdos imperecederos de esos diez años vividos en Murialdo. Se levantaba temprano todos los días, rezaba sus oraciones, tomaba un ligero desayuno y feliz salía hacia Castelnuovo. Dos veces al día hacía este camino, recorriendo unos veinte kilómetros entre ida y vuelta.





Una respuesta edificante

-"Mira, mamá, hoy me encontré en el camino con un señor. Me llamó. Yo le respondí que no podía detenerme porque llegaría tarde. Al fin, él insistió y me pareció una falta de educación seguir adelante sin escucharle".

-"¿Vas a Castelnuovo?" -me preguntó-.

-"Sí -le respondí-, todos los días hago este camino. Me preguntó enseguida si no me daba miedo caminar sólo por esos caminos. Yo me acordé en ese momento lo que tú me enseñaste, madre, que el Angel de la Guarda nos acompaña siempre. Y le respondí: ¡Pero si no voy solo, señor, mi Angel me acompaña!".

Yo estaba apurado y quería seguir, pero él entonces me dijo: -"Mira, no me negarás que es duro y pesado hacer este camino con el sol abrasador del mediodía.

-"Sí, es cierto, me cuesta, pero mi amo me paga por este sacrificio".

-¿Tu amo? ¿quién es ese señor?

-Pero, ¿quién va a ser? El buen Dios que no deja sin recompensa ni un vaso de agua que se dé en su nombre.





Un encuentro peligroso

Un día caluroso de verano, Domingo se dirige a la escuela de Castelnuovo. Como siempre, va solo o, como decía él, en compañía de su Angel custodio.

Ese día va a tener una sorpresa... y desagradable, por cierto. Domingo tropieza con algunos amigos que han decidido dejar las clases y tomarse unas horas por su cuenta para darse un baño en el riachuelo que atraviesa el valle de Murialdo.

Conocían muy bien los mejores pozos para zambullirse a su antojo. No era la primera vez que lo hacían.

Pero ahora tenían un plan distinto: convencer a Domingo para que se fuera con ellos al río. Sabían muy bien que no era fácil; conocían a Domingo, que no hacía nada sin permiso de la madre. Uno de los muchachos José Zucca, saluda a Domingo amigablemente.

-¡Hola, Domingo! ¡No me vas a negar un favor! Tú eres para nosotros el mejor amigo. Acompáñanos al río. No te arrepentirás. Hoy faltarán muchos a clase y el maestro ya se lo imagina. Este calor es insoportable. A ti te hará bien. Te hace falta. Estás pálido...

Domingo se detiene, no sabe qué decir. Antonio, uno de los más avispados del grupo, se le acerca amigablemente y lo lleva hacia el río.

-Pero, yo no sé nadar... no estoy acostumbrado.

-No te preocupes, ya aprenderás. Así empezamos todos. Tú no puedes ser distinto de los demás... En la vida hay que saber de todo.

Se introduce Zucca en la conversación para decirle a Domingo la frase decisiva que lo convencerá.

Además, Domingo, sabes que estando tú presente nosotros nos portamos mejor. Es una obra buena la que haces, lo sabes muy bien.

Ya han caminado bastante y se acercan al lugar de su predilección. Rápidamente se desvisten y se echan en el pozo. Domingo está ahí. No se mueve. Mira. El espectáculo es nuevo para él, y se turba en su ingenuidad, sus ojos inocentes se pasan sobre esos doce cuerpos completamente desnudos que se empujan y juegan a su capricho.

José Zucca le grita desde el pozo:

-Eh, Domingo, ¡ven! ¡esto sabe a cielo!

Domingo le responde:

No sé nadar, tengo miedo. Me puedo ahogar. Yo espero aquí. José Zucca quiso volver a hablar, pero otro de la pandilla lo echó al agua de un empujón.

Domingo se aleja un poco a un lado, se quita los zapatos, y sentándose sobre una piedra mete los pies en la corriente de agua.

Por un momento siente el deseo de lanzarse al agua. Tiene mucho calor. Total, bañarse no es pecado. Uno de los muchachos se acerca, se sienta a su lado, mientras le dice:

-Mira, Domingo, te hace bien tomar un poco de sol. Tu piel está blanca como una sábana.

Pega su hombro al de Domingo y le hace ver la diferencia. Otro que se había acercado por detrás empuja a Domingo y lo lanza al agua. Asustado, Domingo se levanta rápido y le nace por dentro una furia que instantáneamente muere en aquel corazón donde está ya madurando una virtud excepcional.

Domingo se sobrepone. Y ante la admiración de sus compañeros, termina dándose un sabroso baño. Pensó: se puede uno bañar en el río y pasar sanamente unas horas agradables pero dejar las clases, sin permiso, ¿se puede hacer sin ofender a Dios? No quedó satisfecho y al regresar a casa fue derechito hasta donde estaba su madre.

- Madre, hoy no me he portado bien. Tienes que llevarme a la Iglesia, quiero confesarme. No fui a clase, ¿sabes? unos compañeros me convencieron y los seguí. No quise bañarme... pero ellos me tiraron al agua y tuve miedo de hacer el ridículo, y me bañé con ellos. Pero no es esto lo que más me duele, sino haber desobedecido, el haberme expuesto al peligro que suponen tales compañeros y lugares semejantes.

Al día siguiente fue como siempre a la escuela y saludó a su maestro con la misma filial reverencia de todos los días.

El maestro, con mucha habilidad, supo disimular todo lo acaecido y no quiso herirlo reviviendo escenas del día anterior.

Aquellos compañeros intentaron de nuevo llevar a Domingo al río. Ignoraban ellos que él había analizado su comportamiento y había tomado un firme propósito. Esta vez, sereno y decidido, se les enfrentó:

-¿Queréis que os diga lo que pienso? Pues se los diré bien claro: he sido engañado una vez, pero fue la primera y va a ser la última. No quiero desobedecer a mi madre ni exponerme al peligro de ahogarme o de ofender a Dios. Y os diré que hicisteis mal en dejar las clases e ir a esos lugares. A Dios no le agradan los hijos desobedientes.






Un castigo injusto

Mondonio es el pueblo donde fijan su nueva residencia los padres de Domingo. Su nuevo maestro y amigo será el sacerdote José Cugliero.

Como en Murialdo, Domingo se entregará incondicionalmente a sus estudios. Nuevamente aquí se convierte en un alumno sobresaliente y en amigo de todos.

En veinte años de trabajo en la enseñanza -dirá su maestro Cugliero- jamás he tenido un alumno que se pueda comparar a Domingo.

De esta época de su vida es el episodio que narramos a continuación, tomado directamente de su maestro Cugliero. Aquel día las clases comenzaron como siempre. El maestro nota algo raro en el ambiente. Abre y cierra la puerta. Da unos pasos. Levanta la cabeza con ojos escudriñadores.

Hace un frío insoportable. Finalmente estalla un rumor de voces y de risas. -¡Silencio!, grita el maestro, dando un golpe sobre la mesa ¿qué pasa?

Ve la estufa llena de piedras, de tierra.

-¡Esto es insoportable!

Enardecido amenaza con no dar más clase hasta que se descubra al culpable.

Carlos, un alumno inteligente y vivo, pero con fama de travieso, se pone de pie:

-Maestro, cuando nosotros entramos al salón, el único que estaba adentro era Domingo.

El maestro y los demás alumnos miran hacia el puesto de Domingo. Este baja los ojos y cambia de color. Comprende que el momento es penoso y difícil. Se pone a prueba su virtud.

Por un momento reina el silencio en el aula. Nadie puede creer que haya sido Domingo.

Los culpables del hecho lo habían planeado todo bien. Ellos hablan y acusan. Domingo calla.

El maestro se dirige finalmente a Domingo y lo reprende fuertemente.

-¡Debías ser tú con esa carita de hipócrita! ¿te das cuenta del mal rato que me has hecho pasar? ¿no te enseñan en tu casa educación? Voy a llamar a tu madre para que conozca al angelito que tiene en su casa. Mereces la expulsión. Por ser la primera vez voy a tener consideración contigo. Ve y ponte ahí de rodillas.

Domingo, sin decir palabra y con los ojos bajos, camina hacia el centro de la clase y se arrodilla sintiendo en sí todo el peso de aquella humillación.

Todo se supo al día siguiente, cuando aparecieron los verdaderos culpables. La reputación de santo que tenía Domingo aumentó considerablemente desde aquel día.

"Vemos aquí el ejercicio heroico de tres virtudes: La humillación libremente aceptada y practicada delante de los compañeros y del maestro. La caridad para con los culpables, cuya culpa acepta, y un inmenso amor a Dios, en cuyo nombre sufre pacientemente la calumnia, que recuerda al Divino Salvador injustamente acusado por los hombres". ( Consideración escrita por el Cardenal Salotti en la vida de Domingo Savio ).



Primer encuentro con Don Bosco

Un día llega a oídos del maestro Cugliero que Domingo Savio quiere ir a Turín, la capital, para estudiar en el oratorio de Don Bosco.

El maestro Cugliero recibe la noticia con alegría y va a hablar con Don Bosco. Conciertan un encuentro con Domingo para las fiestas del Rosario.

El lunes 2 de octubre de 1854, muy temprano, Juan Bosco y Domingo Savio se encuentran en el maravilloso escenario de aquellas tierras de "I Becchi", donde Juan Bosco había nacido y vivido los primeros años de su vida.

Domingo saluda respetuoso. Juan Bosco aprieta aquella mano temblorosa y mira aquellos ojos de penetrante y candorosa mirada. A Domingo lo acompaña su padre. Domingo se presenta: Soy Domingo Savio, de quien le habló mi maestro Cugliero. Venimos desde Mondonio.

Juan Bosco, con ese don maravilloso de conocer a las almas, toma con seriedad el asunto. Se lleva a Domingo y tratando en confianza con él, hablan de los estudios, de las clases...

Don Bosco comprende al instante que tiene delante a un joven privilegiado y enriquecido por la gracia. Domingo, impaciente, pregunta:

-¿Qué le parece? ¿Me va a llevar a Turín?

-Ya veremos -le responde Don Bosco-. Me parece que la tela es buena.

-¿Y para qué podrá servir esa tela? -pregunta Domingo-.

-Bueno, -continúa Don Bosco- esa tela puede servir para hacer un hermoso traje y regalárselo al Señor.

Domingo, con la agilidad mental que le caracteriza, añade instantáneamente:

-De acuerdo, yo soy esa tela y usted es el sastre. Lléveme a Turín y haga usted ese traje para el Señor.

Don Bosco lo mira fijamente y le dice:

-¿Sabes en qué estoy pensando? Estoy pensando que tu debilidad no te va a permitir continuar los estudios.

Pero Domingo no se acobarda y añade enseguida:

-No tenga miedo. El Señor que me ha ayudado hasta ahora me continuará ayudando en adelante.

Don Bosco insiste:

-Cuando hayas terminado tus estudios de latín ¿qué piensas hacer?

Domingo responde seguro:

-Con el favor de Dios pienso ser sacerdote.

-Me alegro. Ahora probemos tu capacidad. Toma ( le entrega un libro ), estudia hoy esta página y mañana me la traes aprendida.

Mientras Don Bosco y el padre de Domingo se quedan hablando, Domingo se ha ido donde están jugando los demás muchachos. Al poco rato regresa, le entrega el libro a Don Bosco y le dice: Ya me sé la página. Si quiere se la digo ahora mismo.

La sorpresa que se llevó Don Bosco fue grande. Domingo no sólo le repitió de memoria ( al pie de la letra ) la página señalada, sino que le explicó el sentido con toda exactitud.

-Tú te has anticipado en estudiar la lección -le respondió Don Bosco y yo también me anticipo en darte la respuesta. Aquí la tienes. Te llevaré a Turín y desde hoy te cuento entre mis hijos. Pero te voy a recomendar una cosa: pide al Señor que nos ayude a cumplir su santa voluntad.-

Domingo salta de alegría y agarrándole la mano a Don Bosco se la besó con manifiesta prueba de profunda gratitud.

-Espero comportarme de tal manera -dijo Domingo- que jamás tenga usted que lamentarse de mi conducta.

Aquel día Carlos y su hijo Domingo regresaban a Mondonio cantando de alegría y daban a Brígida la noticia que ella esperaba con tanta ansiedad. Besó a Domingo con los ojos llenos de lágrimas y exclamó:

-¡Bendito sea Dios!

Domingo 29 de octubre de 1854. Fecha histórica. Domingo entra a formar parte de la familia de Don Bosco en Turín.






Primer mes en el oratorio

¿Cómo era el oratorio de Don Bosco?

La casa Pinardi era baja y vieja, con un sencillo balcón. En cierta oportunidad unos bribones, de un salto, se llevaron la sotana de Don Bosco que mamá Margarita acababa de tender al sol.

El cuarto donde Don Bosco recibió a Domingo era pequeño y estrecho. Los dormitorios angostos, bajos, con pisos de piedra y sin ninguna comodidad.

Una cama rústica, una cocina pobre, algunos platos y cucharas. El comedor de Don Bosco era al mismo tiempo salón de recreo.

Pero en medio de esa gran pobreza, reinaba la alegría y la fraternidad. Domingo Savio se acostumbró pronto a aquella casa y los días se le pasaban rápidos, casi sin darse cuenta.

Entrando a la derecha, se levantaba la hermosa Iglesia de San Francisco de Sales. A un lado estaba la estatua de la Virgen. De esa época dirá más tarde Juan Cagliero:

-Recuerdo la mañana fría de invierno cuando Rúa y yo nos levantábamos a las 4 de la mañana. Muchas veces no nos podíamos lavar la cara porque el agua era un pedazo de hielo. Este ambiente de sencillez, pobreza y alegría franciscana, terminaría por adueñarse del corazón de Domingo y lo transformaría en la flor preferida del jardín salesiano. Muchas veces mamá Margarita le repetía a Don Bosco:

-Mira, Juan, tú tendrás muchos niños buenos en el oratorio, pero ninguno como Domingo.

Don Bosco siempre se encontraba rodeado de muchachos y de clérigos. Era el padre de todos, el imán que atraía hacia sí todas las miradas.

Domingo Savio había depositado en Don Bosco toda su confianza. A él se dirigía en todos los momentos difíciles. Don Bosco era, no sólo su confesor ordinario, sino además su Director Espiritual.

En el despacho de Don Bosco una cosa ha llamado la atención de Domingo. Es un cartel con un letrero en latín: "DA MIHI ANIMAS CAETERA TOLLE". Don Bosco le ayuda a traducir: "Dame almas y quedate con lo demás". Domingo exclama satisfecho:

-Ya entiendo, aquí sólo hay un problema, el de las almas... es un negocio, no de dinero sino de almas.

El 22 de noviembre fiesta de Santa Cecilia, recibirá el hábito sacerdotal Juan Cagliero. Domingo Savio estará ahí cerca, mirándole detenidamente durante la ceremonia. ¡Ese nuevo padrecito le parecía tan simpático! Domingo repetía emocionado:

-¡Si Dios quiere también un día seré yo sacerdote!



Ejemplos edificantes

Rápidamente van pasando los meses. El invierno de Turín, como siempre, ha sido fuerte. Domingo sufre en silencio el dolor y la picazón de los sabañones, esas úlceras, o hinchazones de la piel, que se padece en los dedos de las manos y los pies en épocas de frío excesivo. Se ha ido convirtiendo poco a poco en el alma de los recreos y en el amigo de todos. Juega, dirige los juegos, organiza entretenimientos.

Don Bosco le ha permitido a él y a otros alumnos continuar estudios más avanzados fuera del oratorio, en la misma ciudad de Turín. Es una oportunidad que tienen de aprender y de ir formando la propia personalidad.

Domingo sigue al pie de la letra las indicaciones de Don Bosco. Al compañero que le invita para que vea las carteleras de los salones de espectáculos públicos, le responde que él conserva sus ojos para ver algo mucho mejor que eso... para ver las maravillas de Dios. Para contemplar el rostro de nuestra Madre del Cielo.

A uno que acaba de blasfemar se le acerca bondadosamente y lo lleva a la Capilla.

-Arrodíllate aquí, a mi lado le dice. Mira hacia allá. Ahí donde ves una lamparita, ahí está Cristo! Tú le has ofendido con esa blasfemia que has pronunciado. Ahora vas a repetir conmigo lo siguiente: "Sea alabado y reverenciado en todo momento el santísimo y divinísimo Sacramento".

Aquel muchacho que momentos antes parecía un perro rabioso, se ve ahora transformado en un manso corderito en manos de Domingo, que es todo caridad y paciencia.

En otra ocasión ve allá, apoyado en una columna, a un joven. Se le acerca.

-¿Cómo te llamas? -le pregunta-.

-Francisco Cerruti, -le responde triste el joven- y termina sellando una amistad que debía durar para siempre.

Cerruti se hará salesiano y recordará siempre con emoción aquel encuentro con Domingo.

Juanito Rada, todo lo que sabe de religión, se lo debe a Domingo. Cuando entró en el oratorio era un ignorante en materia religiosa, apenas si sabía hacer la señal de la cruz. Don Bosco lo confió a Domingo y éste en poco tiempo, no sólo le enseñó las oraciones, sino que lo preparó a recibir los sacramentos e hizo de él un joven diligente y piadoso.

Un día, por cierto, mientras narraba durante el recreo uno de los tantos ejemplos edificantes, se le acercó un muchacho y le gritó:

-¡Cállate, santurrón, vete a predicar a la Iglesia! Deja a los otros en paz, ¿qué te importa a ti?

-Me importa mucho -le respondió Domingo sin acobardarse-. Me importa porque todos somos hermanos. Me importa porque Dios nos manda que nos ayudemos mutuamente. Me importa porque Cristo murió por todos y también por ti. Me importa porque si yo logro salvar un alma, salvo también la mía.

Fueron muchos los jóvenes que Domingo ganó para Cristo y para la sociedad, con esa caridad y paciencia que no dudamos en llamar heroicas.

Cierta vez entró en el oratorio, un hombre, se mezcló entre los jóvenes y empezó a contar las más raras y curiosas historietas para hacer reír. La curiosidad hizo que en poco tiempo se viera rodeado de un numeroso grupo de muchachos. El sinvergüenza empezó luego a narrar barbaridades y a burlarse de las cosas religiosas y de las personas eclesiásticas.

Cuando ya se creía dueño del patio, aparece Domingo, se percata de lo que ocurre, interrumpe valientemente el diálogo y se lleva a todos los muchachos consigo, dejando al infeliz solo y humillado. Al pobre hombre no le quedó más remedio que abandonar el oratorio.



Un ejemplo heroico de caridad

Don Bosco narra en la vida de Domingo Savio, un episodio que es realmente impresionante. Este hecho bastaría por sí solo para inmortalizar la memoria de Domingo. El hecho es el siguiente. Un día, un compañero de clase de, se le acercó y llamándole aparte le dijo:

-Mira Domingo, te voy a decir algo grave que he visto. Dos muchachos acaban de tener una pelea muy fuerte. Parecían dos perros rabiosos, aquello daba miedo. Te lo digo, Domingo, para ver si tú puedes hacer algo. A ti posiblemente te harán caso.

Al verse descubiertos, los dos muchachos deciden continuar la pelea más tarde y en un lugar solitario. Sería un duelo a pedradas.

Domingo reza y se encomienda al Señor, como solía hacer en circunstancias difíciles.

Cree que lo mejor es escribir una cartita a cada uno por separado, tratando de ablandar esos endurecidos corazones. Sin decir palabra los dos jóvenes hacen pedazos la carta antes de leerla.

Domingo insiste,... les habla,... les amenaza con decírselo a los padres y maestros. Todo inútil, aquellos dos jóvenes ciegos de odio no oyen a nadie... y están dispuestos a eliminarse en un duelo mortal...

-Mira, Domingo, -le dice uno de ellos- no te metas en lo que no te importa. Esto es asunto nuestro.

Pero Domingo no es de los que se asustan fácilmente. Pasado un tiempo vuelve al ataque. Los espera a la salida de la clase y habla con cada uno de ellos en particular. Luego a los dos juntos.

-Me duele mucho que insistáis en vuestra idea les dijo- yo os prometo, bajo palabra de honor que no os voy a impedir el desafío. Sólo pido que me aceptéis una condición.

-¿Cuál es esa condición?, -preguntan los dos al mismo tiempo.

-Os la diré en el lugar de la pelea.

-Tú nos quieres engañar, Domingo. A lo mejor tienes preparada alguna trampa.

-No -responde Domingo-. Vosotros me conocéis, no miento. Yo estaré con vosotros y presenciaré la pelea. Guardaré el secreto. No llevaré a nadie conmigo.

-¡Aceptado!

Toman el camino hacia los prados de la ciudad, junto a la "Puerta de Susa". Llegan a un campo. Miden la distancia, colocan el montón de piedras cada uno en su sitio y se disponen al duelo mortal.

Domingo va hacia ellos.

-Primero escuchad ni condición -les dice-. Ellos permanecen en actitud amenazadora. Domingo saca un crucifijo, lo levanta en alto y les dice:

-Mirad a este crucifijo, arrojad la primera piedra contra mí y decid en voz alta estas palabras: Jesucristo murió perdonando a los que le crucificaban, y yo, pecador, quiero ofenderle y vengarme bárbaramente.

Dicho esto, corre a arrodillarse ante el que parecía más furioso y le dice:

-¡Lanza primero la piedra contra mi cabeza!.

-El muchacho que no se esperaba tal cosa, queda sorprendido y, al ver a Domingo arrodillado en tierra como una víctima que esperaba el golpe fatal, se conmueve.

-No, Domingo -grita-, no me pidas eso. No tengo nada contra ti. Tú eres mi amigo.

Domingo se levanta y corre hacia el otro y le pide lo mismo. También este se conmueve y baja la mano.

Domingo se alza de nuevo y abraza a uno y a otro. Reina un silencio impresionante. Dos gruesas piedras ruedan por el suelo. Domingo eleva desde su corazón una oración agradecida. Este episodio hubiera quedado ignorado por completo si los mismos muchachos del pleito no hubieran hablado. Domingo guardará el más absoluto silencio.





La santidad que Don Bosco quería de sus jóvenes

Domingo tiene doce años. Lleva unos seis meses en el oratorio. En su alma hay un cambio y se le advierte triste y pensativo. Todos sus compañeros notan que en Domingo pasa algo.

Don Bosco lo encuentra y le dice:

-¿Qué tal Domingo? ¿Cómo estás? Te noto un poco triste... ¿sufres algún mal?

-Al contrario, -responde Domingo- creo que sufro un bien. Ese sermón suyo me ha dejado preocupado.

Efectivamente, Don Bosco había desarrollado tres pensamientos en el sermón de un domingo de Cuaresma: Dios quiere que todos nos hagamos santos. Es cosa relativamente fácil llegar a serlo. Hay un gran premio en el cielo para el que se haga santo.

Domingo, como se ve, sale de esa plática sumamente impresionado. ¿Cómo llegar a ser santo si a él le prohiben hacer penitencia como la que habían hecho los grandes santos? Nada de cilicio, ni de piedrecitas en los zapatos, ni debajo de las sábanas. ¿Y entonces, qué?

Su alma se turbó y se sintió perdido. El nunca llegaría a ser santo. Un joven flaco, débil, pálido, sin salud, no iba a tener fuerzas para hacer frente a una empresa tan grande como la santidad.

No podía alejar de sus oídos la voz de Don Bosco, que repetía insistentemente: "Domingo, debes hacerte santo. Tienes que ser santo. Dios lo quiere". Y otra voz que le repetía igualmente: "Tú no podrás. No podrás".

Por eso buscaba los rincones del oratorio, para dar rienda suelta a sus lágrimas.

Fue entonces cuando lo encontró Don Bosco y llevándolo aparte le habló durante un largo rato.

De aquel diálogo con Don Bosco, salió Domingo alegre y feliz. La paz había vuelto a su alma. Fue a rezar a la Iglesia de San Francisco de Sales y a postrarse ante la estatua de la Santísima Virgen.

- Sí, madre mía, te lo repito: quiero hacerme santo. Tengo necesidad absoluta de hacerme santo. No me hubiera imaginado que con estar siempre alegre y contento, podría hacerme santo.

Don Bosco le hizo ver a Domingo, en qué hacía él consistir la santidad, cuál era la santidad que él quería que cultivaran sus jóvenes.

Nada de obras extraordinarias, sino exactitud y fidelidad en el cumplimiento de los propios deberes de piedad y estudio. Y estar siempre alegres. Si es hora de recreo, santidad es correr, saltar, reír y cantar.

"Nosotros aquí hacemos consistir la santidad en estar siempre muy alegres", repetiría Domingo, como había aprendido de su maestro.

Domingo escribía en su cuaderno una frase que Don Bosco le había dado como recuerdo: "Servite Domino in laetitia" ( Servid al Señor con alegría ).

"No necesitas ningún cilicio, le había dicho Don Bosco. Con soportar pacientemente y por amor a Dios, el calor, el frío, las enfermedades, las molestias, y a los compañeros y superiores, ya tienes bastante".

Desde ese día el rostro de Domingo se iluminó con una nueva sonrisa. La alegría se posesionó para siempre de su corazón juvenil y todo el resto de su vida será una preparación para el aleluya pascual.



Devoción a María Santísima

El 8 de diciembre de 1854, el Papa Pío IX proclamaba ante todo el mundo, el dogma de la Inmaculada Concepción. Fue un despertar de fervor mariano por todas partes.

Don Bosco, devoto como ninguno de la Santísima Virgen, no podía quedarse atrás, en esa participación universal de homenaje mariano.

Tratándose de la Santísima Virgen, él tenía que ser el primero. Hacía falta preparar el ambiente y Don Bosco reunía todos los días a salesianos y alumnos, y con una catequesis sencilla y efectiva, los preparaba para este magno acontecimiento. Había la costumbre de ofrecer florecillas espirituales a la Virgen. Eran pensamientos escritos, donde se indicaba el acto particular de virtud que debía hacerse cada día en honor de la Virgen. Aparecían durante toda la novena y cada uno ponía toda su buena voluntad en cumplirlo. Domingo era el primero en todo

Mayo, el mes de las flores, era sobre todo el mes de fervor mariano, y se honraba a la Virgen con todo tipo de iniciativas, como la del joven José Bongiovanni: consistió en preparar un altarcito a la Virgen en el dormitorio para ofrecerle diariamente un homenaje especial. Don Bosco dio su aprobación. Todos debían contribuir con algo. Bello el gesto de Domingo, quien no teniendo dinero, entrega como colaboración un hermoso libro que le acababan de regalar por su conducta y aplicación. Además está siempre dispuesto para cuando lo necesiten.

Sin embargo, esto le parece poco y no se contenta. Antes de comenzar el mes de mayo, se presenta a Don Bosco y le pide que le ayude y le indique la mejor manera de celebrar dicho mes.

Don Bosco, siempre práctico y exigente, que conoce a sus jóvenes y sabe que la juventud es generosa, le recomienda tres cosas: Cumplir fielmente los propios deberes, narrar diariamente un ejemplo edificante en honor de María y hacer la comunión diaria.

-¿Y qué gracia debo pedirle?, -pregunta Domingo a Don Bosco-.

-Pídele que te obtenga la salud y la gracia necesaria para hacerte santo.

Sí, le pediré que me ayude a ser santo, que Ella esté a mi lado en el último momento de mi vida, que me asista y me conduzca al cielo.

Un compañero que ve todo el esfuerzo de Domingo y la serie de actos que está haciendo en honor de la Virgen, le pregunta un poco irónicamente:

-Bueno, Domingo y si haces todo este año, ¿qué dejarás para el año entrante?

-Ya sabré yo -le responde Domingo-. Este año hago todo lo que puedo. El año entrante, si Dios me da vida, te diré qué pienso hacer.

Pero Domingo no se contentó con eso. Su celo apostólico y espíritu de iniciativa le llevan ahora a fundar una asociación, un grupo apostólico.

Consulta con sus amigos y todos están dispuestos a hacerse socios activos y a prestarle toda la colaboración. Sobre todo Rúa y Bongiovanni, toman con todo interés el asunto. Elaboran los estatutos.

Don Bosco ve con gusto la formación de este grupo espontáneo debido a la iniciativa de los mismos muchachos.

La Compañía o Asociación fue fundada el 8 de junio de 1856 y quedó definitivamente constituida y aprobada por Don Bosco. Nació así la Compañía de la Inmaculada.



Permanece en éxtasis durante varias horas

Don Bosco no era amigo de muchas devociones. Nada de bolsillos llenos de santos. Pocas devociones, pero eso sí, muy sólidas. Fomentaba por todos los medios la devoción a José y a María Santísima.

Toda persona que tuviera la suerte de ver comulgar a Domingo, recibía una impresión gratísima. Parecía un Angel. Su preparación y acción de gracias a la Eucaristía, era realmente edificante; poco común en un joven de esa edad. Después, durante el día, iba también a la Capilla, para pasar unos momentos de recogimiento y oración.

Consideraba un honor y un premio el poder participar en una procesión eucarística. En algunas ocasiones Don Bosco lo envió vestido de monaguillo a participar en la procesión del "Corpus", en la Iglesia de la Consolata, y era el mejor regalo que le podían hacer.

Comulgaba todos los días, y a cada comunión le ponía una intención particular.

"Lo vi varias veces afirma el Sacristán- solo y recogido, arrodillado en un ángulo cerca del altar, en diálogo largo y fervoroso con el Señor".

Una vez sucedió algo extraordinario.

Un joven corre a la pieza de Don Bosco para decirle que Domingo ha desaparecido del oratorio. Lo han buscado por todas partes... y nada.

¿Posible? -exclama Don Bosco preocupado, mientras una idea cruza por su mente-.

Don Bosco, solo, sin que nadie se de cuenta, va a la Iglesia, y allá, detrás del altar, medio escondido, está Domingo. Don Bosco se le acerca, lo sacude suavemente. Domingo sorprendido pregunta:

-¿Ya terminó la misa? Don Bosco le dice la hora:

-Son las tres de la tarde.

Domingo se asusta y pide perdón. Entonces, Don Bosco lo lleva consigo al comedor para que coma algo y enseguida lo envía a las clases, recomendándole que a quien le pregunte dónde estaba, responda que había salido por orden suya. Este episodio, que no es el único, demuestra la grandeza y sublimidad de ese joven, que había llegado ya a las cumbres místicas del éxtasis.

Domingo había permanecido en éxtasis más de cinco horas. Por la noche madre Margarita comentaba el hecho con Don Bosco y le decía:

-Cada día estoy más convencida de que este jovencito es un santo de verdad. El día menos pensado empieza a hacer milagros.







Quebrantos de salud

La salud de Domingo comienza a resentirse. Don Bosco lo nota y se preocupa. A veces llega a pensar que no podrá resistir hasta final de año.

Con los enfermos Don Bosco era espléndido.

-Mira Domingo- le dijo un día Don Bosco-, voy a hacerte ver por el médico; mejor es prevenir que curar.

Y no contento con que lo viera el médico ordinario del oratorio, llamó al Dr. Francisco Vallauri. Pero el médico no encontró ninguna enfermedad específica. Se trataba sencillamente de un caso de extrema debilidad y el mejor remedio para él sería pasar unos días de reposo en el pueblo con los suyos.

Domingo, con mucho dolor, tuvo que interrumpir el año escolar y tomar el camino de Mondonio para pasar unos días de descanso con la familia.

A sus amigos más íntimos les dijo en privado: -Esta separación del oratorio, de Don Bosco, de mamá Margarita, de todos mis compañeros, me es más dolorosa que todas las enfermedades juntas.

-Me voy porque Don Bosco así me lo ha ordenado. No os digo adiós, sino hasta luego. Pedid por mí.

Para el mes de agosto ya estaba de nuevo en el oratorio. Quería estar presente para la clausura del año escolar y para los exámenes.

Don Bosco acababa de escribir la "Historia de Italia", de gran impacto en aquellos momentos. Domingo participa de la alegría común.







Milagrosa curación de su madre

Al mes siguiente, ante la sorpresa de todos, Domingo pide permiso a Don Bosco para ir a ver a su madre, que se encontraba muy enferma. En efecto, no se sabe cómo lo supo, pero era cierto: la madre estaba próxima a dar a luz y el parto se presentaba sumamente peligroso.

Domingo, guiado como por una fuerza invencible, corre al lado de la enferma. La madre sorprendida exclama:

-¡Domingo, mi Domingo!

Domingo la estrecha, la abraza.

Ahora sal afuera, hijo mío. Apenas esté bien, te llamo.

-Sí mamá.

La madre baja los ojos y toca con la mano algo así como un escapulario que Domingo le ha dejado sobre el pecho. Levanta los ojos hacia el cuadro de María que cuelga en la pared y un suspiro profundo brota de su pecho.

-Me siento mejor, -exclama entre lágrimas-.

El médico llega y cuando agarra la mano de la enferma se vuelve hacia Carlos, el marido y le dice:

-Todo ha pasado. Está fuera de peligro. Aquí ha sucedido algo maravilloso.

-Sí, doctor, algo maravilloso... ¡Esto!, y agarra el escapulario que le había dejado Domingo.

Domingo regresó después al oratorio y se presentó a Don Bosco para agradecerle el permiso y para decirle que su madre estaba perfectamente bien. Fueron muchas las gracias conseguidas con aquel milagroso escapulario.





Don Bosco premia a los mejores alumnos del oratorio

A mediados de octubre de ese año 1856, Domingo, algo restablecido de salud, regresa al oratorio, después de haber pasado unos días en su casa por disposición de Don Bosco.

A fines del mes de enero en la fiesta de San Francisco de Sales había costumbre en el oratorio de entregar un premio a los cuatro alumnos mejores, entre estudiantes y artesanos. Don Bosco hacía seleccionar estos alumnos por los mismos compañeros para evitar así toda influencia por parte de los superiores y maestros.

En enero de 1857 se celebró la fiesta de San Francisco de Sales, con la solemnidad acostumbrada.

En el oratorio reinaba un ambiente de alegría y entusiasmo. Llega la hora del acto académico y Don Bosco personalmente entrega los premios. Domingo Savio recibe el premio como el mejor alumno en conducta y aplicación.



Otra intervención heroica

Estudiaba en el oratorio el joven Urbano Ratazzi, sobrino del Ministro del mismo nombre. Así lo habían querido sus padres y Don Bosco no tuvo inconveniente en aceptarlo. El Ministro era amigo personal de Don Bosco y éste le hizo el favor.

Pero resulta que a Urbano se le subieron los humos a la cabeza, tal vez, por ser familia del Ministro y quiso hacer en el oratorio lo que le daba la gana. Un día él y un grupo de compinches llenan de nieve la estufa del salón donde están jugando los demás compañeros, y estropean la calefacción.

Urbano se ríe y disfruta de la gracia, mientras los otros se mueren de frío y de rabia.

Se oye una voz en la sala. Es la voz de Domingo que recrimina a Ratazzi:

-Eso está mal hecho. Don Bosco lo ha prohibido terminantemente. Haces el ridículo. Ayer mismo Don Bosco lo repitió varias veces y tú, con la mayor frescura, te burlas de sus órdenes.

Cerca de Domingo está Francisco Cerruti, alumno que hace poco ha entrado en el oratorio y que es testigo del hecho. Urbano se enciende, la ira se le sale por los ojos y la boca y descarga una gruesa letanía de insolencias contra Domingo.

Al ver la serenidad de Domingo, Ratazzi se enfurece más y le descarga dos fuertes puñetazos. Domingo baja la cabeza en silencio. Ha ofrecido sus dos mejillas y su pensamiento vuela al altar del sacrificio, donde a diario pasaba él sus ratos contemplando el rostro ensangrentado de Cristo.

Enseguida viene uno de los asistentes a poner orden. Domingo, como si nada hubiera pasado, ayuda a ordenar el local. A quien le pregunta por qué ha permanecido en silencio, responde con sencillez, que ha trabajado tanto en dominar el carácter, en no perder el control, en imitar a Cristo, que en aquel momento ha sabido poner freno sus pasiones, con la ayuda de Dios.

Urbano Ratazzi abandonó pronto el oratorio. No podía dar rienda suelta a sus caprichos y él mismo tomó la decisión. Siguió como su tío la carrera de la política y más tarde llegó a ocupar el cargo de Ministro de la Casa Real.

Conservó, sin embargo, buen recuerdo de Don Bosco, y hablaba siempre de aquel episodio:

-Aquella paciencia heroica de Domingo Savio me hizo más bien que todos los sermones de mis maestros y superiores. Ese gesto valiente no se me borrará de la memoria, si algo de bueno hay en mí todavía, se lo debo a ese joven.



Revelaciones especiales de Dios

Ciertamente, Domingo fue un regalo del cielo para el oratorio. Cuando Don Bosco necesitaba conseguir alguna gracia particular, o se encontraba en una situación difícil, lo mandaba a la Capilla a rezar. Estaba seguro que conseguía la gracia. Nada de extraño, pues, que este joven recibiera revelaciones especiales de Dios y que su alma se paseara en éxtasis por los campos privilegiados de lo sobrenatural.

Turín vivía momentos de angustia y desolación. Hora tras hora iban cayendo jóvenes y ancianos heridos por la peste más terrible que haya recordado la ciudad. Don Bosco, comprometido siempre con su gente, puso a sus salesianos y a sus jóvenes mayores en permanente estado de servicio.

-Un día, Domingo entra apurado al cuarto de Don Bosco.

-¡Don Bosco -le dice- venga conmigo! Hay una obra buena que hacer.

-¿Dónde quieres llevarme, Domingo?

-Venga pronto, Don Bosco, -insiste Domingo-.

Y Don Bosco, que ya lo conocía, lo sigue sin dilación. Atraviesan varias calles en medio de la oscuridad de la noche y suben por una escalera hasta el tercer piso. Domingo llama a una puerta.

-Aquí es, Don Bosco.

Se abre la puerta y la señora que atiende exclama:

-¡Padre, pase, llega a tiempo! Unos minutos más y hubiera sido tarde!

Desde hace un buen rato un hombre moribundo está llamando a un sacerdote.

Don Bosco entra, lo confiesa, y le devuelve la paz espiritual que sólo Cristo pueda dar. Aquel hombre llora de emoción. Se había alejado de las prácticas religiosas y quería morir como buen católico.

Don Bosco, más tarde, le pregunta a Domingo cómo lo ha sabido. Pero no obtuvo respuesta. Domingo se le quedó mirando fijamente hasta que se le humedecieron los ojos. Y Don Bosco prefirió no insistir al palpar la acción de Dios en aquella alma.

Otro día llama a la puerta de una casa en la calle Cottolengo de Turín. Domingo pregunta sin más a la persona que sale a atenderlo:

-¿Dígame, señor, no hay aquí ninguna persona enferma de cólera?

-No, jovencito. usted está equivocado. Tal vez le informaron mal. Aquí estamos todos sanos, gracias a Dios.

Domingo se marcha ante una respuesta tan categórica. Sale a la calle y mira uno y otro lado, como buscando una orientación, pero regresa de nuevo a la misma casa y llama:

- Perdone, que insista. Le ruego que revise bien toda la casa, pues estoy seguro de que aquí hay una enferma grave.

El hombre ha quedado impresionado ante la insistencia del joven. Lo acompaña de cuarto en cuarto, registrándolo todo. Nada.

-¿Has visto? No hay nadie. ¿Y entonces?

Domingo insiste:

-Pero, dígame, ¿ me ha mostrado usted todas las habitaciones?

-Bueno, en realidad,... quedaría por ver el desván, -le responde el señor-, ahí conservamos los útiles de limpieza y de trabajo.

-Vamos allá -añade Domingo-.

La sorpresa fue grande cuando encontraron a una mujer casi moribunda. Vino el sacerdote y le ayudó a bien morir, ungiéndola con el óleo santo. A los pocos minutos expiró. Sólo estaba esperando al sacerdote.

Todo quedó claro más tarde. Era una mujer que siempre venía a trabajar algunas horas para esa familia y por la noche regresaba a dormir a su pobre casa. Pero ese día se sintió mal. Ya el cólera la había herido de muerte. Y, viéndose sin fuerzas, se echó en aquel cuartucho sin poder avisar a los señores de la casa. Estos, por su parte, creyeron que la mujer no había ido a trabajar por ser aquel un día de fiesta.

-Don Bosco- le decía Domingo en otra ocasión- Don Bosco, si yo pudiera ir a Roma y hablar al Papa, le diría que en medio de las grandes tribulaciones que le esperan no deje de preocuparse por Inglaterra. El Catolicismo obtendrá preciosos frutos en ese país.

Don Bosco fue a Roma en 1858 y el Sumo Pontífice Pío IX lo recibió en audiencia privada. Don Bosco le expuso el mensaje de Domingo Savio. El Papa lo oyó atentamente y al final añadió:

-Eso me llena de satisfacción y me anima a seguir en mi propósito de trabajar por Inglaterra con especial interés y afecto.

El Cardenal Salotti, al narrar este episodio, afirma que hubo en él dos profecías: anuncio de las grandes tribulaciones que sufrirá el Papa (y que posteriormente fueron una realidad) hy un triunfo del catolicismo en Inglaterra. En este sentido bastaría recordar la conversación del célebre Juan Newman, más tarde Cardenal de la Iglesia Católica.

¿Cómo no recordar aquí el Congreso Eucarístico Internacional de Londres, con la impresionante procesión de veinte mil niños, a lo largo de las riberas del río Támesis, en dirección a la Catedral?



Sus mejores amigos

En el oratorio todos eran amigos de Domingo, sin embargo, sus amigos preferidos eran los socios de la Compañía de la Inmaculada. Y entre estos, había un grupito muy contado, con los que había contraído una amistad del todo particular.

"El que encuentra un buen amigo, ha encontrado un tesoro", dice el Eclesiástico (6,14).

Don Bosco vio siempre con buenos ojos aquella amistad de Domingo, sobre todo por esa labor de apostolado que llevaba a cabo en el oratorio.

Dos amigos sobre todo, merecen mención especial y la haremos aquí, guiándonos por lo que dice Don Bosco en la biografía de Domingo Savio.

CAMILO GAVIO

Este joven había venido a la ciudad de Turín para continuar sus estudios de pintura y escultura, para los que tenía una disposición particular. Don Bosco lo recibió en el oratorio dándole posibilidades de ir a la ciudad para hacer sus estudios.

Todo comienzo es difícil y a Camilo se le veía triste y abatido por los patios y pórticos del oratorio. Domingo lo ve, se le acerca, y entabla un diálogo con él... dando así inicio a una amistad maravillosa y profunda.

Fue a Camilo Gavio, a quien Domingo respondió con aquella frase imperecedera: "nosotros hacemos consistir la santidad en estar siempre muy alegres", cuando a él le preguntó cómo podría hacerse santo en el oratorio.

Camilo había padecido una afección cardiaca que lo puso al borde del sepulcro y de cuando en cuando tenía sus momentos depresivos. Ahora, lejos de la casa, y en un ambiente nuevo, la tristeza se le hacía insoportable.

Desde ahora en adelante Camilo será otro, gracias a la ayuda espiritual y a los buenos consejos de Domingo.

Pero la enfermedad reapareció pronto y lo obligó a suspender sus estudios. Domingo fue a visitarlo varias veces para hacerle compañía y llevarle un poco de consuelo.

Finalmente, después de haber recibido la unción sagrada, murió santamente, a fines de diciembre de 1856.

Domingo lloró desconsolado, pero con una gran conformidad, la muerte del amigo bueno y fiel; y como se lo había prometido oró con mucho fervor por su alma.

JUAN MASSAGLIA

Había entrado al oratorio de Don Bosco el 18 de noviembre de 1853, a la edad de 15 años. Domingo entró el 29 de octubre de 1854 y desde el principio contrajeron una sana y sincera amistad.

-Nosotros vamos a ser sacerdotes- le decía Domingo, y debemos prepararnos bien desde ahora. Vamos a corregirnos mutuamente nuestros defectos. Cualquier falta que notemos entre nosotros nos la decimos con entera confianza.

Massaglia gozaba de buena salud y estaba siempre alegre. Al terminar brillantemente el curso de humanidades, tuvo la satisfacción de recibir de manos de Don Bosco el hábito eclesiástico.

Domingo compartió con el amigo esas horas de alegría.

-Pronto -dijo Massaglia a Domingo- también tú podrás llevar también la sotana.

Pero un repentino mal cambió el rumbo de las cosas.

Todo comenzó con una simple gripe que no mejoraba. Don Bosco prefirió mandarlo a su casa y lo que pareció ser un simple mal se transformó rápidamente en la enfermedad que habría de llevarlo en poco tiempo a la tumba. Massaglia murió el 20 de mayo de 1856. Había cumplido los 18 años de edad. Dejó una profunda impresión en todos los que asistieron a su agonía. Murió como un santo. Todos lloraban desconsolados y en la casa conservaron intacta, como preciosa reliquia, la cama donde Juan pasó los últimos años de su vida.

Tan dura y dolorosa fue esta pérdida para Domingo, que lo lloró durante varios días, y pasaba largos ratos orando por el amigo.

Sus dos amigos más íntimos habían muerto.

La salud de Domingo, que ya estaba bastante delicada, se resintió fuertemente. ¿Cuándo iré yo también a unirme contigo y con Camilo en el cielo? Era el grito desgarrador que brotaba de aquel corazón golpeado por un dolor profundo, ante la tumba del amigo.

"Esta fue la primera vez que vi aquel rostro angelical entristecerse de verdad y llorar amargamente de dolor", escribió Don Bosco más tarde refiriéndose a la pena de Domingo por la muerte de su amigo Massaglia.

Don Bosco, en la biografía que escribió sobre Domingo Savio, hizo del conocimiento público una carta que escribió Massaglia a Domingo desde su lecho de muerte.

"Querido amigo":

"Pensaba permanecer solamente algunos días en mi casa y volver pronto al oratorio por cuya razón dejé allí todos mis libros; pero veo que las cosas van despacio y el resultado de mi enfermedad es cada día más incierto. El médico me dice que voy mejorando. A mí me parece que estoy empeorando. Veremos quién tiene razón. Querido Domingo, estoy sumamente afligido por hallarme lejos de ti y del oratorio, y porque no tengo comodidad de cumplir con mis prácticas de piedad. Unicamente me consuela el recuerdo de aquellos días que pasábamos juntos preparándonos para acercarnos a la santa comunión. Espero sin embargo, que, si estamos separados por el cuerpo, no lo estemos por el espíritu. Te ruego entre tanto que tengas la bondad de ir hasta el salón de estudio y revises mi pupitre. Allí encontrarás algunos cuadernos y el "Kempis" o sea "De imitatione Christi" (La Imitación de Cristo). Haz un paquete con todo y mándamelo. Fíjate bien que este libro está escrito en latín, pues aunque me agradaba la traducción, es siempre una traducción, y no encuentro ahí el gusto que pruebo en el original latino. Estoy aburrido de no hacer nada. Con todo, el médico me tiene prohibido estudiar. Doy vueltas por mi cuarto y a menudo digo entre mí: ¿sanaré de esta enfermedad? ¿veré nuevamente a mis compañeros? ¿será ésta mi última enfermedad? Sólo Dios lo sabe. Creo de todos modos que estoy preparado y dispuesto en los tres casos a hacer la santa voluntad de Dios. Si tienes algún consejo, no dejes de escribírmelo. Dime cómo estás de salud y acuérdate de mí en tus oraciones, especialmente cuando recibas la santa comunión. Animo, amigo mío. Cuento con tu amistad sincera y de todo corazón. Si no podemos vivir por largo tiempo juntos en la tierra, sí podemos vivir felices en agradable compañía allá en el cielo.

Saludos a nuestros amigos y especialmente a los socios de la Compañía de la Inmaculada. El Señor esté contigo y créeme siempre tu afmo. Juan Massaglia."

Domingo cumplió fielmente con el encargo del amigo y lo acompañó con la siguiente carta:

"Querido Massaglia:

"Muy grata me ha sido tu carta, porque desde tu partida no teníamos noticias tuyas, y yo no sabía si rezar el Gloria Patri o el De Profundis. Ahí van los objetos que me pides. Sólo debo notarte que el Kempis es un buen amigo, pero que, como está muerto, en donde lo ponen allí se queda. Es, pues, preciso que tú lo busques, lo sacudas y lo leas, haciendo lo posible por poner en práctica los consejos que ahí encuentres. Suspiras por la comodidad que tenemos nosotros aquí para cumplir nuestras prácticas de piedad. Y tienes razón. Cuando voy a Mondonio, me aflige a mí la misma pena. Procuro entonces suplir esta deficiencia, haciendo cada día alguna visita a Jesús Sacramentado y llevando conmigo a cuantos compañeros puedo. Además del "Kempis" leo el "Tesoro Escondido de la Santa Misa", del Beato Leonardo. (San Leonardo de Puerto Maurizio). Si te parece, haz tú lo mismo.

Me dices que no sabes si volverás a verme en el oratorio. Pues bien, has de saber que el armazón de mi cuerpo está también muy deteriorado, y todo presagia que me acerco rápidamente al término de mis estudios y de mi vida. De todos modos, hagamos así: roguemos mutuamente el uno por el otro para que ambos podamos tener una buena muerte. El primero que muera le preparará un puesto al amigo y le dará la mano para que suba al cielo.

Dios nos conserve siempre en su santa gracia y nos ayude a santificarnos pronto, porque temo que nos falte tiempo. Todos nuestros amigos suspiran por tu vuelta al oratorio y te saludan afectuosamente en el Señor. Tu afectísimo, Domingo Savio".

A la muerte de sus amigos más íntimos, se unió la de Mamá Margarita, la cual entregaba su alma a Dios en el oratorio, el 25 de noviembre de 1855. Domingo Savio, tan apreciado por ella, sentía, a su vez, hacia ella un gran afecto. Esta muerte lo afectó en lo más profundo de su ser.



Despedida del oratorio

Todos los meses se celebra en el oratorio el Ejercicio de la Buena Muerte. Un acto sencillo, pero muy práctico en la vida cristiana. Los muchachos de Don Bosco lo hacían con fervor sin igual.

Domingo, en el último mes que pasó en el oratorio, cuando ya Don Bosco había decidido enviarlo a su casa, hizo de este Ejercicio una verdadera preparación para una Buena Muerte.

Partió para su casa el domingo lº de marzo de 1857, por la tarde. Vino el padre a buscarlo. Empleó la mañana en arreglar sus cosas y en despedirse uno por uno de todos sus compañeros.

Al momento de partir dijo a Don Bosco:

-Ya que usted no quiere que yo deje mis huesos aquí, tendré que llevármelos a Mondonio. La molestia en Valdocco sería por poco tiempo... porque esto habría terminado rápido. Sin embargo, hágase la voluntad de Dios. Recuerde, si va a Roma, no se olvide del recado para el Papa referente a Inglaterra.

Ruegue para que yo tenga una buena muerte. Nos volveremos a ver en el cielo.

Domingo tenía fuertemente agarrada la mano de Don Bosco y estaba emocionado. El momento era conmovedor. De repente se vuelve hacia sus compañeros que lo habían acompañado hasta la puerta y alza las manos:

-Adiós, a todos! nos veremos de nuevo allá, en la casa de la felicidad, en el Paraíso...!

Y de nuevo le dice a Don Bosco:

-¡Déjeme algún recuerdo!

Dime lo que quieras, que te lo doy enseguida, le respondió Don Bosco- ¿quieres un libro?

-No, -responde Domingo-, deme algo mejor.

-¿Quieres dinero para el viaje?

-Eso precisamente, dinero para mi viaje... pero para el viaje a la eternidad.

Domingo quería una oración especial.

Don Bosco entregó a Domingo un pequeño crucifijo, de los que había traído de Roma con la bendición del Papa Pío IX y la indulgencia "in articulo mortis" (en punto de muerte).

La tristeza invadió el corazón de Domingo. Sabía él que sus días estaban contados y hubiera querido morir allí, en el oratorio, acompañado por Don Bosco y por sus compañeros.

Don Francesia dijo una tarde: "Sé que Domingo al partir del oratorio se fue persuadido de que iba a morir pronto. El no acostumbraba venir a despedirse de mí las otras veces que iba a su casa. Esta vez, en cambio, vino corriendo a saludarme, como uno que se despide para siempre".







Su muerte

Por la tarde, llegaba Domingo a Mondonio. La madre y sus hermanitos salieron a recibirle con alegría. Los primeros cuatro días los pasó bastante bien y sin guardar cama. Sin embargo, el padre quiso llevarlo para una visita médica. Había perdido el apetito y una tos persistente le molestaba día y noche. El médico ordenó reposo absoluto y, para curarle lo que creía era una pulmonía le aplicó una serie de sangrías ( corte que se hace en el cuerpo para que fluyera sangre). En realidad, como se supo después, la enfermedad de Domingo era una pleuresía. El médico que le aplicaba la sangría lo invitaba a volver la cara para que no viera tan dolorosa operación. Pero Domingo respondía sereno:

-Eso no es nada, en comparación con los clavos de la Pasión del Señor.

Mejoró algo. El médico, optimista, confortaba a la familia diciéndole que prácticamente el mal estaba vencido.

Otra cosa pensaba Domingo y, apenas el médico se retiró, pidió recibir la Unción de los enfermos.

Todos los presentes lloran y rezan.

-No llores madre... que yo me voy al cielo, -dice Domingo-.

Al párroco que está para retirarse le dice:

-Antes de irse, déjeme un recuerdo.

-¿Qué quieres, Domingo, que te diga?

El párroco edificado e impresionado ante tanto espíritu de sacrificio, no sabe qué decir.

-Algo que me consuele -añade Domingo.

-Acuérdate de la Pasión de Cristo.

-¡Ah, la Pasión! -exclama Domingo.

-¡Siempre la llevo en mi mente!

Y se quedó dormido...

Parecía un ángel...

A la media hora despierta.

-¡Papá! -exclama- busca mi libro de oraciones.

El padre, con un esfuerzo supremo, lee las oraciones de los agonizantes. Domingo responde con claridad y devoción: "Jesús misericordioso, ten piedad de mí".

Algunos jóvenes y niños a quienes se les permite entrar, pasan en silencio y recogimiento a contemplar por última vez el rostro con vida del amigo.

De repente abre los ojos y exclama:

-¡Adiós, papá, adiós! ¡qué cosas tan hermosas veo! Veo los cielos y al Señor y a la Virgen... que me esperan!

Y con estas palabras expiró.

Eran las diez de la noche del lunes 9 de marzo de 1857. En abril iba a cumplir los quince años.

Rápidamente la noticia corrió por todas partes.

En el oratorio compañeros y amigos lloran inconsolables la muerte del amigo. La celebración Eucarística ofrecida por Don Bosco contó con la presencia fervorosa de familiares, salesianos y amigos.

En la Iglesia y fuera, todos repetían: "Ha muerto un santo". Fue sepultado el miércoles 11 de marzo. Sus restos permanecieron en la Capilla del cementerio de Mondonio hasta que definitivamente fueron trasladados a Turín, a la Basílica de María Auxiliadora.



¿Visión o sueño?

El recuerdo de Domingo permaneció siempre vivo entre sus familiares y amigos. Más que pedir por él, se encomendaban a su intercesión, convencidos como estaban, de que gozaba de la visión beatífica.

Carlos Savio, padre de Domingo, cuenta con sencillez, cómo Dios quiso consolarlo con una visión misteriosa.

Una noche en que no podía conciliar el sueño, vio que el techo se abría y aparecía Domingo radiante de luz. Fuera de sí, Carlos exclama:

-¿Cómo estás, dónde te encuentras?

-Papá, -responde una voz celestial- estoy feliz en el Paraíso.

Todo fue cosa de un momento. Al desaparecer la visión reinó nuevamente la oscuridad en aquella habitación.

Carlos consideró aquello como una gracia especial.

Más aleccionador fue el sueño que tuvo Don Bosco, la noche del 6 de diciembre de 1876.

Don Bosco se encontraba en el Colegio de Lanzo. En medio de hermosos jardines y mientras contemplaba ricos y magníficos edificios, oye la música más grata que pudiera imaginarse, como cien mil instrumentos y un coro infinito de voces, una alegría inusitada en todos los rostros. De repente una turba inmensa de jóvenes se dirige hacia él. A la cabeza de todos viene Domingo Savio. Le siguen sacerdotes, clérigos y jóvenes.

Domingo se detiene cerca de Don Bosco. Reina completo silencio. Domingo hermosísimo, lleno de luz, con una túnica larga que llega hasta los pies, entretejida en oro y decorada con diamantes. Un ancho cinturón rojo ciñe su cuerpo. Un brillante collar de luz vivísima adorna su cuello.

Don Bosco tiembla emocionado. Pero Domingo rompe el silencio y obliga a Don Bosco a dejar esa actitud de reserva y de miedo. Dice Domingo:

-¿No me conoces? ¿No recuerdas el bien que me hiciste? ¿No correspondí yo a tus cuidados? ¿Por qué tienes miedo?

Don Bosco cobra ánimo y pregunta que si eso que ahora ve es el cielo.

Domingo responde:

-Estás en un sitio donde reina la alegría y la paz, pero no es el cielo. Todo, la luz, la música, el canto son cosas naturales.

-¿Podría ver un rayito de luz sobrenatural? -pregunta Don Bosco-.

-De ninguna manera, -responde Domingo-. No lo podrías resistir. Está reservado para la otra vida, cuando pases a ver directamente el rostro de Dios.

Don Bosco insiste.

-¿Podré ver, al menos, un destello de luz?

-Mira hacia allá lejos, -le dice Domingo-.

Y Don Bosco percibe un rayo de luz como una hebra de hilo tan resplandeciente y luminoso, que se ve obligado a cerrar los ojos. En ese momento, Don Bosco lanza un grito tan fuerte, que despierta al sacerdote Lemoyne, que duerme en el cuarto contiguo.

Y luego, Don Bosco se anima y continúa preguntando sobre la Iglesia, la congregación, los alumnos...

Domingo le complace y, al terminar, le ofrece un ramo de flores. Representan las virtudes que más le agradan a Dios. La rosa simboliza la caridad; la violeta, la humildad; el girasol, la obediencia; la genciana, la mortificación; las espigas, la Eucaristía; el lirio, la pureza y la siempreviva, la perseverancia. Don Bosco quiere saber algo más y pregunta a Domingo:

-¿Qué fue lo que más te consoló en el momento de la muerte?

Domingo le responde:

-Lo que más me consoló en aquella hora fue la presencia de la Madre de Dios.

-Acerca del futuro, ¿tienes algo que decirme?

-El año entrante, 1877, tendrás una gran prueba, pues seis jóvenes y dos salesianos pasarán a la eternidad. Pero, no temas, irán al Paraíso y tú tendrás otros hijos, buenos también. El Papa Pío IX morirá pronto y recibirá el premio a sus méritos.

Domingo le entrega a Don Bosco tres listas. En la primera aparecen los nombres de los "invulnerati", (no heridos) los jóvenes que siempre han conservado la amistad con Dios. En la segunda los "vulnerati", (heridos) que habían pecado gravemente, pero luego, con una acción penitencial sincera, habían regresado al estado de gracia. La tercera, la de los "lássati in via imiquitatis", los que voluntaria y obstinadamente se alejan de Dios con una vida pecaminosa. Al abrir esta lista una fetidez insoportable se esparció por todas partes y se infiltró en paredes y ropas.

Don Bosco hizo la última pregunta:

-¿Qué se goza en el cielo?

-En el cielo se goza de Dios y Dios es Infinito, -responde Domingo a la última pregunta de Don Bosco-.

Más tarde, Don Bosco narró a los salesianos y niños este sueño y todos quedaron sumamente impresionados. Los vaticinios anunciados por Domingo se cumplieron y su fama de santo se extendió por todas partes. Las gracias y favores atribuidos a su intercesión fueron tantos, que se pensó seriamente en introducir la Causa de Beatificación y Canonización.



La opinión de dos Papas

A l poco tiempo se empezaron a dar los primeros pasos. La empresa no iba a ser fácil. ¿Podía un joven de 15 años practicar una virtud heroica?

Hasta el presente la Iglesia no había canonizado a ningún adolescente que no fuera mártir.

En 1914 el Cardenal Salotti tiene una entrevista con Pío X ( hoy San Pío X ). Fue un coloquio histórico.

-Santidad, le dice el Cardenal-, cuando en febrero se introdujo la Causa de Beatificación, no faltó quien objetara que Domingo Savio era demasiado joven para elevarlo al honor de los altares. Quisiéramos oír su parecer.

Pío X no tuvo dificultad en dar su opinión:

-Es una razón más para canonizarlo. Es tan difícil para un joven practicar de un modo perfecto la virtud. La vida que de él escribió Don Bosco y que he leído, nos ha dado la idea de un joven ejemplar que merece ser presentado como modelo de perfección. Todo lo que se puede decir de bueno sobre Domingo es poco. Empeñaos en adelantar la Causa. Para la vida sencilla de este santo no se necesita mucho estudio. Por eso, no pierdan ustedes el tiempo. Lleven adelante la causa con toda solicitud.

Mientras tanto, muere Pío X. El nuevo Papa es Benedicto XV. El Cardenal Salotti, defensor de la Causa, se presenta de nuevo al Papa. Es conmovedor lo que oye de labios de su Santidad:

-Siendo niño leía con mis hermanos la vida escrita por Don Bosco, ya que mi madre deseaba que nos sirviera de modelo. Esa vida, -continuaba el Papa- está llamada a hacer un gran bien. Será tan interesante y más que la de San Luis de Gonzaga, porque la juventud moderna ya no gusta de santos austeros y, en cambio, sí leerá con gusto la de ese joven que como a ellos, le gusta la alegría y el deporte.

Era la voz de la Iglesia, la voz del Papa. Ya nadie podrá detener la ascensión gloriosa de Domingo Savio hacia la glorificación de los Altares.



¿Cómo era Domingo Savio?

E l padre Rodolfo Fierro Torre, en su biografía sobre Domingo Savio, escribe: "¿Sabéis lo que es la grafología? Es un arte que examina la escritura de una persona y trata de adivinar, a través de ella, los sentimientos, el carácter de dicha persona. Para algunos es una especie de charlatanería. Para otros una cosa muy seria; algo casi infalible".

A cuatro grafólogos: uno de Roma, otro de Milán, otro de Parma y otro de París, se les llevó un escrito de Domingo Savio.

Ninguno sabía que se le hubiera enviado a los otros tres.

Igualmente los cuatro ignoraban de quién era aquella letra y quién fuese Domingo Savio.

Pues bien, los cuatro, variando en algunas particularidades concuerdan en ver en él estos rasgos.

Una fuerte personalidad, una alta moralidad, mucha capacidad de esfuerzo y de disciplina, un temperamento meditativo, rica fantasía. Sentimiento refinadísimo, muy afectivo y muy sensible. Pero de gran timidez.

Su profesor el padre Juan Bautista Francesia escribió de él lo siguiente: "Domingo era alto y delgado. Todos los miembros de su cuerpo estaban perfectamente formados y armonizaban exquisitamente entre sí. La frente espaciosa. La cabellera suave y no cuidada con artificios, pero limpia y arreglada.

Sus ojos plácidos, vivos, penetrantes, irradiaban como un espejo el ornamento interno del corazón. Por naturaleza hablaba poco, muy inclinado a escuchar, aunque tenía una conversación agradable y fácil".

En la clase era modesto y diligente y se ganaba fácilmente la atención y el cariño de todos.



La Beatificación

E l día 4 de abril de l908, se abría en Turín el proceso ordinario informativo sobre la vida, virtudes, fama de santidad y milagros. El 11 de febrero de 1914 el Papa Pío X firmaba complacido el Decreto para la iniciación del proceso apostólico.

El 9 de julio de 1933 el Papa Pío XI decretaba la heroicidad de las virtudes y Domingo Savio recibía el titulo de Venerable. El próximo paso sería el de la Beatificación.

Para poder declararlo Beato se necesitaban dos milagros. Las gracias se multiplicaron por todo el mundo. De esos centenares de milagros atribuidos a Domingo Savio, se escogieron dos, que fueron examinados minuciosamente por los peritos designados. Todos sabemos lo difícil que es superar esta prueba. El llamado "abogado del diablo" hace todo lo posible para impedir que la causa siga adelante. Pero la Causa fue adelante y triunfó.

El 11 de diciembre de 1949, la Sagrada Congregación de Ritos aprobó los dos milagros presentados por el Postulador de la Causa y Domingo Savio fue declarado Beato por el Papa Pío XII el 5 de marzo de 1950.

He aquí a continuación, brevemente, como sucedieron los milagros.



PRIMER MILAGRO

Marzo de 1927. Sucedió en la provincia italiana de Salerno. El favorecido fue Albano Sabato de 7 años de edad. Enfermó gravemente y el médico Federico Palmieri llamado con urgencia, da el diagnóstico: infección visceral acompañada de complicación renal. A los siete días de enfermedad se complica: septicemia agravada con bronconeumonía bilateral y nefritis. Y más tarde una aguda afección meningea y cerebral llevan al enfermo al borde de la muerte.

Albano perdió pronto el conocimiento. Y entró en estado agónico. La ciencia médica se declara impotente. El doctor Palmieri asegura que el paciente morirá esa noche. Tan seguro estaba que hasta dejó redactado en su casa el certificado de defunción, al tener que ausentarse para hacer una operación.

Al día siguiente la gran sorpresa. El médico corre a la casa del enfermo y encuentra a Albano bueno y sano. ¿Qué había sucedido?

Habían colocado en la mesita una imagen del Venerable Domingo Savio, alumbrada con una vela. Otra imagen con una reliquia la pusieron debajo de la almohada. Invocaron la protección de Domingo con gran fe, e inmediatamente el enfermo comenzó a mejorar.

El examen ordenado comprobó la curación completa sin rastro de mal. Albano pudo continuar su vida normal y feliz.

SEGUNDO MILAGRO

Marzo de 1936. En Barcelona España, Consuelo Adelantado, de 16 años, oratoriana de las Hijas de María Auxiliadora, a consecuencias de una caída quedó con el codo fracturado ( fractura doble y dislocación ). La cosa se complicó al no acudir enseguida el médico. Cuando la ve el Dr. Pamarola el estado de la enferma había empeorado y se hacía necesaria una operación con muy pocas probabilidades de quedar completamente bien.

La noche del 22 de marzo la niña tiene un sueño. Se le aparece un sacerdote desconocido que le ordena comenzar una novena y poner toda su confianza en este santo. Le asegura, además, que el viernes siguiente estará completamente curada.

Cuando al día siguiente cuenta el sueño a las hermanas estas quisieron saber quién había sido el sacerdote del sueño. Le muestran varias fotos. Lo encuentran rápido. Había sido el sacerdote Juan Cagliero, compañero de estudios de Domingo Savio y más tarde Cardenal de la Iglesia.

La enferma comenzó enseguida la novena. Llegó el viernes 27 y el brazo no había mejorado; seguía pesado y tan hinchado como antes. A las 4 de la mañana, sin perder la fe, invoca fervorosamente al santo y ¡oh maravilla! instantáneamente sintió como si le quitaran un gran peso de encima y empezó a mover el brazo sin dolor alguno. Enciende la luz y ve con sorpresa que la hinchazón ha desaparecido y el brazo está completamente curado.

Se levanta, va a misa y cuenta a las hermanas el milagro.

Luego se sienta al piano para tocar varios ejercicios sin experimentar la menor dificultad y con una inmensa alegría. ¡Estaba curada!

Esos fueron los dos milagros examinados y aprobados para la Beatificación.



La Canonización

L a devoción a Domingo Savio se había extendido rápidamente y en todos los Continentes se habían celebrado actos en su honor. El nuevo Beato era invocado por jóvenes y adultos. Las gracias y milagros se multiplicaron sin cesar. Hacía falta ahora escoger, de entre los numerosos milagros presentados, dos que pudieran servir para la canonización.

Los dos milagros seleccionados tuvieron lugar en Italia, casi inmediatamente después de la Beatificación y como manifestación patente de la voluntad Divina.

He aquí la relación de los dos milagros:



PRIMER MILAGRO

La Señora María Porcelli Gianfreda enferma gravemente. El diagnóstico de los médicos Dr. Luciano Monosi y Marino Rizzelli es el siguiente: anemia grave con hemorragia interna. Opinaron que se debía proceder a la operación. Como buenos católicos llamaron al sacerdote para la administración de los sacramentos. El médico de cabecera ante lo desesperado del caso y viendo con tristeza que seis tiernas criaturas iban a quedar huérfanas tiene una inspiración. Se acuerda de haber leído el día anterior una biografía de Domingo Savio y recomienda a la familia que invoquen al Santo jovencito. Para Dios nada es imposible.

Todos rezaron con gran fe.

A la mañana siguiente, fue declarada fuera de peligro y el examen médico muy cuidadoso constató una perfecta reintegración orgánica.

La enferma estaba completamente curada.

Desde entonces la Señora ha gozado de perfecta salud.



SEGUNDO MILAGRO

En septiembre de 1949 la señora María Antonieta Micelli Miglietta sufre un repentino dolor en la mandíbula superior derecha, que más tarde se extiende a la frente y a toda la cabeza. El diagnóstico es grave: sinusitis maxilar y frontal derechos. Fiebre alta y persistente. Respira con dificultad.

Pasa el tiempo. En enero de 1950 recurre a un especialista.

Deciden operarla como último recurso. Llega el día 8 de marzo y por la noche, el esposo de María al regresar de la ciudad, cosa rara, para que la esposa se entretenga, le da un periódico ilustrado. La enferma no está para ver periódicos pero de todos modos lo abre y ve con gran sorpresa la figura de Domingo Savio.

Piensa entonces en sus cuatro hijos, en las veces que ella les había narrado la vida de este jovencito. Entonces, inspirada por Dios y con una gran fe, se encomienda a Domingo Savio.

Reza a la Santísima Trinidad y pide por la pronta Canonización de Domingo Savio. Enseguida cae en un profundo sueño. Hacía más de 20 días que no cerraba los ojos, pero duerme hasta el día siguiente: 9 de marzo. Se despierta agitada y nota en la garganta algo que le ahoga. Siente, entonces un fuerte golpe contra la dentadura, en el momento en que ve caer sobre la cama un trozo duro como de arcilla. Enseguida experimenta un alivio extraordinario y continúa durmiendo. A media mañana, sintiéndose bien se levanta y regresa a los trabajos ordinarios de la casa.

Todos han quedado sorprendidos del hecho milagroso.

Era el 9 de marzo, aniversario de la muerte de Domingo Savio. Cuando el cirujano se presentó para hablarle de la operación, encontró a la enferma en perfecto estado de salud.

El examen médico de la enferma constató la perfecta curación.

Una cosa curiosa llama poderosamente la atención. Todos los milagros los hizo Domingo en el mes de marzo y en favor de niños. A dos, curándolos directamente; y a los otros seis, salvándolos de una orfandad segura y dolorosa.

Estos dos milagros fueron presentados a la Sagrada Congregación de Ritos para su estudio y aprobación. Médicos, especialistas, peritos, abogados, estudiaron los hechos en Roma y en la ciudad donde se habían verificado los milagros.

El 12 de junio de 1954: fecha fijada para la Canonización, Roma se viste de fiesta. Las trompetas de plata resuenan vibrantes. La voz del Papa Pío XII, proclama ante el mundo cristiano al nuevo santo:

¡DOMINGO SAVIO ES SANTO!

Ahí en la tribuna de honor, están las dos señoras favorecidas. Una clamorosa ovación estalla en la Basílica de San Pedro. Son miles y miles de jóvenes que aplauden frenéticos al nuevo Santo!





¡VIVA SANTO DOMINGO SAVIO!





Lucrecia Venturini

Cooperadores salesianos de la Inspectoría San Francisco de Sales. Buenos Aires y Patagonia Austral. Argentina.



visita: http://usuarios.lycos.es/cooperadores











felicitacion a ANTONIO VERDE


SERA UN DIA MUY SEÑERO
EL VEINTISIETE DE MARZO
PARA ENVIAR UN ABRAZO
A UN GENTIL COMPAÑERO.

POR NACER EN PRIMAVERA
TAN FERTIL ES SU COSECHA
QUE LAS BONDADES ACECHAN
CADA MAÑANA EN SU SIEMBRA.

SON PALABRAS DE RECUERDOS
CON EL CLAMOR DE ESA BRISA
QUE ALIENTA FELIZ MEMORIA

SON HOMENAJE A LOS BUENOS
COMPAÑEROS QUE SIN PRISA,
CITA Y NOS CUENTA SU HISTORIA.
¿Qué es el Gofio?

El Gofio es un producto realizado a base de cereales tostados y molidos en molinos de piedra, como en la antigüedad lo hacían los guanches en el archipiélago canario.
Existe una gran variedad de cereales pero los más utilizados son el trigo, el millo (maíz) y la cebada, estos son productos naturales y sin conservantes ni colorantes.

Es un alimento integral y soluble y rico en vitaminas (B1, B2, B3 y C), también proteínas, fibra naturales y rico en minerales, etc.En Harin Sur nuestro lema es la naturalidad de nuestros productos.
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El PUPITRE


CRONICAS DE LA EFP.


En nuestra Escuela, el pupitre era algo así como un Yugo . De dos plazas , como la mitica pieza de la tiraban los pesados bueyes en su trabajo, de arrastrar la carreta.. No habia resuello , cuando en el pupitre nos sentábamos . Estudio, exámenes , apuntes de las clases… y siempre el mismo compañero, como si fuésemos hermanos gemelos . con idéntico biforme , con igual empeño y atención , para acopiar conocimientos. Bien reflejados en unos carteles de consignas morales, que colgaban en diferentes pasillos de las aulas- NO APRENDAS PARA LA ESCUELA SINO PARA LA VIDA. Rezaba uno de ellos. Otro que recuerdo era aquel de –EL QUE SABE HACER ALGUNA COSA SIEMPRE ESCUENTRA TRABAJO… EL QUE SABE EL PORQUE, ESE ES EL JEFE. Perfectos y de aplicación constante en la sociedad. Hasta en los wateres colgaban an la escuela lacónicos y útiles consignas de disciplina para la convivencia. DEJALO COMO TU QUISIERAS ENCONTRARLO….. Todo aquello, contenía un global sistema de formación impecable.
Los pupitres , estaban siempre limpios y ordenados , con una linia al frente de cuatro, lo que sumaban ocho alumnos y de son unas ocho o nueve filas, Todos aliniados milimétricamente con generosos pasillos , para movernos con fluidez en las salidas al encerado, o para permitir los paseos inquisidores de los inspectores de estudios..
La disposición , era en orden alfabético por nombres propios. Axial en las primeras filas se sentaban los de nombres que comenzaban con la letra A. ALVARO ,ANDRÉS, ANGEL …., reservando la primera plaza para el jefe de clase, quien repartía los temibles folletos de los exámenes, y entregaba al profe el parte de asistencia o faltas, siempre justificando el motivo de la ausencia. Rayar el pupitre era un delito. Podía se una falta tan grave , como para reclamarte por ella, el PAPI y pedirte explicaciones, y no digamos nada, si el terrorista era hijo de carpintero. PIQUERAS, se ponía como la niña del exorcista al ponerte el castigo tras aquellos juicios sumarísimos que celebraba en su despacho,
Yo andaba por la fila tres o cuatro , jalonado por Héctor MORENO MOTOS , en flanco izquierdo y JAIME VILAS SALUDAS a la mano derecha. Los dos procedían de la noble tierra aragonesa y en correspondencia a su origen eran los dos , nobles y sinceros, compañeros a ultranza y buenos comunicadores. Creo que eran mas aplicados que yo en los estudios, responsables y muy buenos estudiantes en su formación. Motos era un gran y esmerado dibujante, perfeccionista y con una elegante caligrafía. Explosivo en su vitalidad , destacado deportista, en la especialidad de balonmano, defensa para mas señas, con la consigna de no dejar pasar al contrario, ni al balón… Su fornida humanidad complementaba su juego.
Jaime Vilas era de carácter tímido, mas reservado, no por ello antipático ni dejar de ser dispuesto cuando le pedías un favor . Eso si, muy poco dado el deporte, la antitesis de Motos en imagen y sonido. Justo en el pupitre de delante se sentaba PIQUER, de patria valenciana, muy pulido siempre en imagen , con deliciosa educación en el trato. Tanta que cuando le pedias la goma de borrar, porque seguramente habías perdido la tuya, te contestaba. .. Mira Albelda, tengo dos, no me importaría dejarte la, pero es que una goma es nueva y la otra , la uso yo..Total que no te prestaba la goma de marras…
Alguos cursos los compartí con JAVIER CESTONA ARISTI, un vasco de carácter, jovial y muy agradable en el trato y compañerismo. Pienso que era muy inteligente y lo supongo hoy con una arrolladora personalidad, disfrutando de su tierra Euskalduna, Traia una formación de base muy completa. Esa era otra característica de reflexionar, en todas las provincias no se enseñaba igual. Las deficiencias de base , eran notorias y se acusaban , en la capacidad del aprendizaje
CESTONA , hablaba el Euskera con fluidez y apasionamiento mediático, descendía incluso a enseñarnos palabras en esa lengua, función que hacia con inusitado orgullo.
Gran amigo Javier, Lo he visto tan solo un par de veces, desde 1958, Una llego exproceso a saludarme, a Nájera, Nos abrazamos como dos hermanos huérfanos .La ultima en 1990, con motivo del 25 aniversario de nuestro ingreso en la Escuela, acompañado de su inseparable paisano ARIZNAVARRETA, Y LAS señoras respectivas, Cestona y su señora creo que tuvieron niños gemelos. Eran los dos del bonito pueblo del mismo nombre, celebre por las aguan medicinales de su balneario y nacer allí el famoso boxeador URTAIN, muy amigo de Javier.














                                                                 CRONICAS DE LA EFP










                                                       CORNICAS DE LA EFP


DE MERCADERES Y GOFIO



Cada mes solían liquidarnos los honorarios, convocándonos a las oficinas de Contabilidad, par firmar la inefable nomina. Tras hacerlo nos entregan el sobre de rugor, figurando el nombre y las deducciones , arrojando un saldo a favor que no solia pasar de cinco pesetas .Algunas veces seis, si era  año bisiesto. Era una especie de liquidación, que arrancando de los devengos, se deducían gastos de alimentación y material docente. Aquella gente tenia que hacer juegos malabares , para rendir la liquidación a fin de mes de los casi ochocientos alumnos que estábamos en nómina,y luego controlar tambien los sueldos del profesorado maestros de taller, personal militar alli destinado, mantenimiento de edificios, ropas, facturas de fluido y agua , sin contar la del riñon que era siempre la misma.
Un diez sin duda habría que darle al colectivo de contabilidad de la Escuela, que hacian su labor a huevo, con boli y libretas. Por no tener no tenían ni calculadoras para ejercer su labor. El jefe de contabilidad era un señor cojo. Probablemente mutilado de guerra, al que distinguíamos en sus pasos , cuando acudía a su despacho. Si llega a ser hoy, aquella lumbrera de contable seguro que arreglaba el país con sus ciencias de economía
Aquellas cinco pesetas del sobre no daban para mucho, Un paquetillo de IDEALES O PENINSULARES y un riquísimo bocata de anchoas en la cantina. El pan era bueno del día , las anchoas pocas.
Pese a no disponer casi nadie de dinero. Solamente a la vuelta de vacaciones o cuando llovía un inesperado giro, sobrevivimos dignamente. Empleándolo bien, sin faltarnos para el lavado de ropa personal, menester que se ocupaban señoras vecinas a la escuela, que cobraban un módico precio  y al menos los Domingos salías al albero, con camisa planchada.
Madrid esra por los años cincuenta un pueblo grande de la Mancha. El rigor y dignidad castellanos reinaba con cordura en la economía . Era una plaza barata. Lo cual agradecíamos sobre manera los alumnos , Barata y pienso que feliz tambien, alegre. Esa alegría que imprime la necesidad meridiana.
Pese a ello en la escuela había comerciantes , buscando con su oferta que nos gastaríamos en caprichos los céntimos que aun nos sobraban . El fotógrafo, que tenia la plaza en exclusiva, debió hacerse millonario, Pues los domingos aparecía en las mañanas para ejercer su oficio, .levando un fajo de estampas que había echo el domingo anterior, con apunte previo del cliente en una libreta. Que era en potencia un contrato de compra y venta. Se pasaba la mañana buscando a los clientes morosos que aun habiendo encargado las imágenes , se escondían del fotógrafo. Obviamente no disponían de los dineros. La vespa de transporte , la dejaba el fotógrafo cerca del puesto de Guardia, para que no la usara nadie o en la sospecha de que algún bromista le derivara a masa los platinos, y no arrancara para la vuelta del artista.
Eso y poco mas existía por la Escuela en el orden de la mercadería. ..Ah ..si, loa ambulante venta de churro y porras  , que aparecían por los aledaños del comedor .Estaban recién hechos y de sabor cojonudos. Gracias a aquellas buenas gentes que se acercaban por allí. Por supuesto los canarios no se gastaban ni una peseta en churros, disponían de gofio, en cantidades ingentes. El gofio debía ser un alimento colosal, Aunque la verdad es que parecía harina de piensos compuestos…Nada que algún querido compañero de canarias nos ilustre con una crónica sobre el GOFIO,

Por JAIMEALBELDA

                                                             MIRANDO AL MAR


Guardo en mis archivos una carta personal de SALVADOR FERRADAS. La guardo porque el ilustre profesor me la escribio Hacia el año 1969, cuado ya habiamos salido de la Escuela , como los astronautas salian al espacio….
Fue con ocasión del protagonismo de Ferradas como responsable de un gran evento ginastico, celebrado en el Estadio , entonces llamado Chamartíin. En el que los atletas eran en su mayoria alumnos de la EFP.
Me emociono ver al viejo profesor , pleno de dignidad en su imagen, de quien gloso el locutor su autoria de componer la tabla representada , creo que bajo la presidencia nada menos del Caudillo. Espontáneamente le escribí a la Escuela una modesta carta de felicitación , arrasado por la nostalgia y el orgullo de la presencia a nivel nacional de nuestro centro. Por supuesto no esperaba respuesta..
Pero el gran Ferradas , me contesto a vuelta de correo. Ostentando la carta la regia vitola de la Fundación Educación y Descanso, por entonces vigente y operativa, de la que Ferradas ostentaba la presidencia. Tal como corresponde al lacolismo que dictan los sentimientos, Ferradas me escribió. De todas las felicitaciones que he recibido , la tuya es la mas importante…
Pieso que aquel hombre , icono del señorío de nuestra formación, trasmitio la inefable razon de ser del centro. Los importantes eran los alumnos, y ellos el lujoso cuadro de profesores, meros agentes servidores de la causa. Tal vez ahí anide la grandeza de nuestra colosal union.
En aquellas exhibiciones deportivas, nos usaban con frecuencia. Cumpliamos con creces. Y pasabamos los dias de ensayo, como liberados de las obligaciones rigurosas, enmarcadas en lo cotidiano .Nos trasladaban al parque sindical y el Cpitan suarez o su hermano tembien Militar  y mas flexible que su fraterno , ostentaban el ser adalides de la representación . Nos facilitaban ropa de atletas , mientras que el oficial se enfundaba en un chándal  muy fardon , co las estrellas en el pecho y un silbato colgado del cuello, prendido de un cordon trenzado con los colores rojo y gualda.
A veces este acto se celebraba en la Escuela. Mas reducido el numero de participante, y en el el campo de balonmano, que tenia tribuna y gradas, como si fuera un teatro romano. El gran SUAREZ , dirigio en una ocasión una tabla, que para amenizar los desfiles de entrada y disloque de las formaciones a su final, nos hizo aprender y cantar, una cancion de moda entonces MIRANDO AL MAR… Creo que la recordaremos toda la vida…
Muchos años después Ya con el empleo de CORONEL Me encontre de nuevo a sus ordenes en una Unidad de Montaña. Desarrollo alli el mando de la Unidad durante unos años. Marcando pauta de Honestidad, eficacia, autoridad y justicia, fue un gran coronel..
De alguna forma se formo en lA Escuela. . Tube la oportunidad de escribir un voluminoso libro de la historia de aquella Unidad, Destaque en biografia de Suarez, su gran calidad humana y profesional. Cuando me felicito pos haber escrito aquella obra , antamos a duo, MIRANDO AL MAR. Nos emocionamos los dos , descendiendo a las raices mismas del arbol de la vida






                                                       VIDEOCONFERENCIAS


                                                                  ALUMNOS EFP

Resultan asombrosas las posibilidades y prestaciones que aporta la electrónica. Para las comunicaciones bilaterales .
Sus aplicaciones para el colectivo de alumnos de la EFP , pueden ser muy agradables , pues a través de imagen y sonido en directos, captan expresiones y comentarios con toda clase de fidelidades. Ese invento de las videoconferencias, domesticas a través de Internet, tan usada por los jóvenes en sus dimes y diretes. Pues nada , a aprender  como se manejan los módulos esos de cámara y micros acoplados al ordenador y a través de ellos hablar largo y tendido sobre nuestras causas ,cosas y casos. Quizás hasta se puedan montar Partidas de cartas, conocerse familiares comunes. En fin ahí queda sembrada sta posibilidad. Solo bastaría recoger un directorio de correos electrónicos que contengan los accesorios para programar videoconferencias. 





 

                                                       CRONICAS 



                                                                  LOS CORDONES




En la EFP, de automovilismo , existía una estructura singular y curiosísima del funcionamiento en Régimen interior.  Laboriosa en todos sus ordenes. Eficaz y cabalmente estructurada..Area  de los estudios, que no tenían nada que envidiar a una Universidad, por la precisión de horarios y las numerosas materias impartidas. Tampoco en la calidad y dedicación del profesorado. Se complementaba además con el área laboral de talleres, y prácticas, que era colosal, por supuesto en su orden de enseñanza . Una actividad  frenética en general. Se cuidaba con verdadero interés las practicas del deporte y ejercicios físicos, con programación cotidiana y solvencia en los profesores monitores. Paralelamente estaba el área de vida de los alumnos , su alimentación, higiene, cuidados médicos, disciplina , uniformidad y ocio.
Existían figuras mediáticas de relevancia como eren los jefazos de estudios, el equipo de contabilidad, que operaba en los áticos de la Torre central y cuyas dependencias calificábamos de LA CUEVA DE ALI BABA. Mantenimiento de edificios e instalaciones, reparación de maquinaria …en fin todo un mundo que funcionaba como un reloj. Nunca parado por supuesto , funcionando a la perfección toda la maquinaria.
 </span>Estábamos los alumnos, conformados en secciones de estudios o módulos que no superaban las cuarenta plazas. Por especialidades. E estos módulos existía la figura del JEFE DE LA CLASE,.que venia a ser el numero uno en las calificaciones de los estudios o asignaturas que se impartían. Sin duda un figura , un coco, al que todos envidiábamos. Se cuidaba el tal jefe de clase de muchas tareas, de orden y puntualidad del rebaño y reunirlo en formaciones  ordenadas, para que no pareciera aquello una romería.
Lo dicho, todos envidiábamos, al jefe de clase, a quien la dirección distinguía , con el gran honor de usar un entorchado, en el uniforme de paseo. Motivo que consistía en llevar cruzado en el pecho a la altura de la botonera superior de la casaca un cordón  trenzado, que arrancaba de la hombrera izquierda y terminaba en unos ribetes metálicos que nos parecían de oro.
Eran preciosos, sobre todo cuando los paseaban por Madrid. Parecían JEFES INDIOS .No se los quitaban ni en los cines .Lo cual, invitaba a la apetencia irrenunciable de copiarlos sin ser titular del atributo para fardar. Maniobra que desembocaba en el cachondeo general que teníamos con esos señuelos de la vanidad, cuando tniamos noticias de que habían usado los famosos cordones del jefe de clase
Algunos compañeros alumnos cuales eran, MARCOTE Y CABAÑAS, llegados de la inmortal provincia de Toledo, tenían los cordones digamos que vitalicios, Aunque alguna vez se los ganaba Vinicio, que era de Segovia, paisano del inolvidable Manuel GUTIERREZ, todos los nombrados hicieron y ganaron las oposiciones para alférez d la politécnica, que era el cenit del éxito de la distinción escolar, casi como ganar una cátedra universitaria. Grandes muchachos los jefes de clase, descendían incluso a darnos clases extras a los rezagados en notas… En fin comentar que ponían arrestos por suplantar con los cordones , en salidas a Madrid , a los prohombres que eran los jefes de clase.  










                                                                EL CALIBRE


Entre mis recuerdos de la Escuela, guardo con especial distinción. EL CALIBRE, Pie de rey que le llamaban los pijos. Es un utensillo  en el que rivalizan su elegancia  y su utilidad, para un mecánico o ajustador que se precie. Lo tengo en mi biblioteca dispuesto en un elegante sitial de madera de olivo. Que barnizada cobra un brillo magistral. Cubriendo el calibre dispuse una caja trasparente de cristal , para otorgarle la importancia que tubo en nuestra formación. También hice grabar una delgada lamina de plata con mi nombre y numero de promoción. La XIII.
Algunos compañeros portaban el calibre en el cinto. Enfundado en ajustado estuche de badana, con botonera de remache afín de que no se perdiera. Era la pieza mas valiosa que nos entregaron en nuestra ventura  de la época de formación. Algunas pienso en ello y mesorprende la calidad del material docente que nos entregaban. Todo nuevo y de calidad(todo menos el tabardo de invierno). Juego de reglas y cartabones compases diverso. Incluso el juego de limas en primer curso, era a estrenar. Pienso , al escribir esto, que hubiese sido una faena el que las limas estuviesen gastadas.
Alguno de mis sietecitos, que frisan hoy los doce años, se han fijado en el calibre y el mimo con que los guardo. Entonces lo saco de la vitrina y les doy una lección de calcular las medidas con el , lo cual les maravilla. Interiores exteriores y profundidad con la varilla, perfectamente encajonada en su canal. También les sorprende la diligencia y habilidad que pongo en su manejo. Lo siento como si fuese una caricia del tiempo.
El calibre lo preside un cuadro en el que se enmarca el diploma de final del cuarto curso. Cuando te daban el titilo de montador, en una ceremonia académica solemne y edificante , allí en el salón del cine, entre aplausos de los asistentes. Sinceramente no lo cambio por ningún titulo académico, por muy importante que sea- Tiene el diploma un color de pergamino regio , con el tiempo se parece a uno de esos documentos primorosos de los copitas medievales. Con el lujo de sus letras capitales , y decoraciones al margen, cuyo material era piel de terneros non Natos (no nacidos). Lleva el diploma la firma del entonces coronel Piqueras , luego general de Ingenieros, y el numero que obtuve en la promoción , el 42 creo que entre 8u compañeros.
Cuelgan allí en mi biblioteca otras titulaciones oficiales. Maestría industrial, diplomado en filosofía rama de historia, Diplomas varios de convenciones y curso paralelos , certificados de condecoraciones…Llevan firmas insignes de ministros al uso incluso la de su majestad el rey, pero el diploma de la escuela , seria lo primero que resataria, en caso de incendio…
Luego y perdonar la peronata, dispuesta en los estantes, están los libros de texto no todos , de los diferentes cursos, entre los que fanfarronea el ARIAS PAZ, por estar tan manoseado y roto que se me antoja como un icono sagrado. Distingo y ojeo a veces los buenos libros de LUCENA TENA, sobre electricidad del automóvil y reparaciones en varios tomo, el ladrillo infumable de física , y el no menos   indigesto sobre calculos de fuerza y resistencia de materiales de recordado COMPANS  VISCONTI, pepe para los amigos que éramos todos sus alumnos. No suspendía a nadie, eso si cro que aprendimos muy poco de sus soporíferas clase, plenas de jocosidad y amenas.
Ah , se me olvidaba citar una impagable historia de España, cuyo autor era Pemany a la que el profesor Ferradas sacaba punta. Con sus comentarios , que nos hacian descojonarnos de risa
Gran hombre y profesor  SALVADOR FERRADAS ,sencillo a pesar de ser abogado y ocupar un alto puesto en el deporte nacional. Haíia estado en la división Azul, y nos contaba unas historias que no tenían desperdicio,










                                                                    BOTAS ALTAS



Nuestra  bendita Escuela, era prodiga en albergar curiosos personajes. Eran piezas de museo. Ejemplares humanos verdaderamente insólitos en su tipología,  ademanes y personalidad, que exteriorizaban sin el mayor rubor .Al ser el centro,  un pugle, civico eclesiasticomilitar… , el desfile cotidiano por las calles de la ciudad- La Escuela era una autentica ciudad, Solía ser muy entretenido , el ver pasar  , siempre presurosos en su andadura  y normalmente en solitario( mas de tres personas reunidas,  era algo así como sedición conspiradora o perder el tiempo, )A personas con sotana , hábito con airosa cofia, caso de las monjitas, soldados, maestros auxiliares, alumnos bedeles y barrenderos, cada cual ataviado con sus peculiares uniformidades. Los jefes y oficiales profesionales de la milicia, por entonces tan fanfa, tenían la imperiosa necesidad de distinguirse en la abigarrada masa de personas. Lo harían vistiendo botas altas de montar a caballo, con espuelas incluso. De  esta guisa, impartían las clases incluso las de deportes y gimnasia. El teniente SUAREZ de muy feliz memoria marcaba la pauta de la elegancia militar, Su metro ochenta de estatura y perfil esterilizado , le daban una vitola de constante desfile. Un dia que nos daba gimnasia , quiso enseñarnos a correr hacia atrás, Total que se enredo con las espuelas y se pego un ostión antológico –
No era tan afortunado en vestir botas altas el comandante Conde, supremo de los chapistas, a quien le llamábamos cariñosamente ELGATO CON BOTAS.  Creo que era soltero y madrileño, por lo que su adición al dandismo era acusada, Debía frecuentar el Madrid nocturno con éxito de galán, pues enchufó un año al hermanito de una de sus novias, y siendo alumno trataba de TU AL COMANDANTE. No tardaron en expulsarlo.
Las botas de montar que usaban los estrellados, parecían un espejo de limpias, sobre todo las de Suárez, que parecía estrenar cada día un par. Sin embargo la suprema elegancia que le otorgaba el uniforme, contrarrestaba y mucho cuando vestía de paisano, desgarbado y con corbatas horrorosas. En fin
Otras botas famosas las usaba el capitán CARRASCO, que media algo así  como dos metros de estatura. Era un tipo formidable, buen profesor , humano y sabio , pese a su seriedad meridiana. Y así ocurrió que necesitando salar en el escenario unas botas altas para hacer una parodia, el bueno del capitán Carrasco se dispuso al préstamo.Era la fiesta onomástica del Director, don R. Piqueras, quien con su familia se persono a ver el sainete que habíamos montado en su honor. La dirección de la obra, era de un padre salesiano  a quien apodábamos Jarabo, por estar en solfa en Madrid , un bandido del mismo nombre. Total que en vez de ensayar, una obra de arranches que era una sandez, el elenco de actores, entre los que figuraban el CHE, CESTONA Y YO, soltamos en el escenario todo un recital de criticas costumbristas, de la vida del centro satirizando a los personajes famosos como CORTIÑAS, EL BARBERO Y EL MAESTRO DE CARPINTEIA, QUE ERA LO MAS PARECIDO A UN MONO. Nos veíamos , los actores todos en el calabozo , por el desacato, Pero fue todo lo contrario. Un éxito clamoroso. Al final el PAPI  subió personalmente a felicitarnos, y ordeno riendose como nunca lo vimos.¡Por favor los mas locos a mi lado!. ¿de donde habeis sacado esas botas ¿pregunto. No las ha prestado el Capitán CARRASCO… por eso nos sobra un gran cacho  









                                                             EL TEBEO


Era una publicación siniestra, cruel, que aparecía justo los fines de semana. En un tablón de anuncios. Estaba dispuesto en los soportales cubiertos ,que limitaban con el famoso RIÑON de nuestra Escuela..Un embalse como forma de la citada víscera, extraño . en el que nunca se veía el fondo, Algo así como la Laguna</st1:personname> negra del poema de Machado. Su situación ante los gélidos vientos, hacia que de helara en todo los inviernos, lo que hacia nuestras delicias para patinar sobre el con seguridad, sin hacer caso a los sabañones, que nos salían hasta en las orejas.
Bueno pues el temido Tebeo lo colgaban en un tablón de anuncios , que aprovechaban para emitir la información de las calificaciones morales , correspondientes a las películas que ponían en Madrid . el caso es que acudíamos allí para informarnos de las que tenían un tres R o un cuatro, para ir el domingo a verlas y te encontrabas con que en el tebeo o listado de arrestos, figuraba tu nombre precedido por la densidad d ela sanción y una lacónica nota de cual había sido el incalificable delito. Normalmente una chorrada como la copa de un pino, No así el castigo que se pasaban un pelín . Eran horrorosos los arrestos. Si te pillaban fumando te afeitaban la cabeza y te costaba un trimestre de privación de l paseo dominical. Le llevaban una copia del tebeo al barbero para, que ejerciera el rapado correspondiente. Humillación suprema para unos muchachos que de lacónico que podían presumir era de los rizos de su pelo. Hoy a los setenta años nostálgicos de su adorno. El barbero era un tipo curiosamente calvo, Madrileño en su acento gracioso y muy comunicativo, quien se pillaba unos cabreos de enano cuando tenia que afeitar la cabeza a los alumnos, echando pestes de quienes habían dado parte y de los que habían calibrado el castigo, el barbero tenia una hija de muy buen ver, guapísima , que alguna vez se acercaba llevar a su padre algún recado y de paso, cortejaba coqueta con algunos mancebos del lugar
Alguna vez salía un tebeo especias, de un montón de hojas , pareciéndose a la lista de
Snaider . POR HABLAR EN ESTUDIO, VENTOSEARSE EN FORMACION, ACAPARAR PAPEL DE WATER, RAYAR EL PUPITRE, VESTIR DE PAISANO EN MADRID Y UN LARGO ETC DE CHORRADAS MUNUMENTALES. Era confeccionada la lista en la jefatura de estudios. Seria curioso la edición completa de esos listados . Seguro que andan archivados  , en los expedientes disciplinarios de los alumnos










                                  EL SERENO


La seguridad de la Escuela, no debía ofrecer muchas dificultades. Su ubicación a extramuros del núcleo urbano, los vecinos de tapia, cuarteles que daban cobertura de vigilancia, y la actividad de mucha gente en su interior no estaba muy a favor de cacos , o saboteadores para ejercer allí alguna maniobra de pillería o hurto. Quizás en época de vacaciones , quizás tampoco, pues una compañía de soldados de reemplazo , instruidos a la usanza del centro , no daban pie a incursiones extrañas. Prácticamente el enemigo era como el de Gila. Así que en eso tranquilos. No obstante en  el régimen Interior se opto por disponer de los servicios de una especie de GURDA JURADO, como complemento al servicio de guardia, que mas bien era una portería , para visitar y acompañar a las visitas, abrir la puerta principal a los vehículos y dar permiso de entrada a los vendedores de churros que llegaban de madrugada a vendernos , sus productos, para ganarse la vida, en aquel Madrid, en el que había que aguzar el ingenio para sacar unas pesetas.
A aquel juarda jurado le llamábamos El SERENO, bicho malo y extraño, que se hacia acompañar en sus rondas, por un perrazo , adiestrado para agredir.  Es de suponer en buena lógica, que el mando no se fiaba de los soldados de guardia y se saco de la manga a aquel cabronazo para vigilarnos y sobre todo controlar los que saltaban la tapia. En resumen el sereno no era muy de nuestro agrado pues ejercía de agente de la GESTAPO con toda crueldad.
El caso es que lo teníamos casi todo el tiempo refugiado en el cuerpo de guardia, sobre todo en invierno , con el perrazo incluido . Hambriento incluso, pues si te descuidadas te quedabas sin cenar por el apetito del perro, a quien el dueño no reprendía, incluso lo acariciaba y le quitaba las pulgas y agarrapatas .Se tendía , el animal cerca de donde el sereno dejaba el mosquetón Mauser, habilitado con una ancha cinta de cuero para colgarlo al hombro, en sus salidas a dar las rondas, tenia un reloj también que sonaba como un demonio. Total , que el sereno nos tenia hasta los huevos y el perro mas. Decidimos armársela al sujeto.
Era una noche de de nevada grande. Habíamos estado toda la tarde acopiando leña para la estufa . El sereno y su perro gorreando el calor cerca de la lumbrey los demás en los estrechos bancos con la manta echada esperando el turno de relevo. Fue el cabo quien tomo la decisión de echar a las ascuas tres balas con la intención clara de que hicieran explosión y dar un escarmiento al gorrón y su perro. Pronto explotaron casi a la vez, levantando las arandelas de la estufa, que tras elevarse por la explosión rodaron por el suelo. El estruendo , fue de antología y mas lo fue el susto del sereno . en cuanto al perro parecía haberse vuelto loco, de los blincos, carreras y ladridos que daba.
TRAS EL ATENTADO EL SERENO Y SU FEROZ MASCOTA, SALIERON  COMO ALMA QUE LLEVA EL DIABLOY NO VOLVIERON POR EL CUARTO DE LA ESTUFA. Lo mas curioso es que no dio parte ni dijo a nadie nada. Estaba en orsay y opto por sellar la boca .Nosotros también hicimos pacto de silencio, hasta hoy que lo cuento-
Pidió un cuarto, para guardar el reloj y el mosquetón y de paso al perro, el cual ladraba todo el día por estar encerrado y seguramente hambriento, Pues el pienso le llegaba a las noches cuando el sereno entraba en la terna. Había comprendido y muy bien que con nosotros no debió jugar al ratón y al gato, éramos pólvora , alguna vez, como quedo demostrado               
   










                                                           LA SABACANTINA



Enseñar y educar en conjunto, era la gran formula que aplicaban en nuestra escuela, conceptos básicos que lograban plenamente el objetivo de una formación completa, De ahí su nombre sencillo y directo para sus fines , ante una juventud , con inteligente disposición impulsada por unos tiempos rigurosos en los que no cabian veleidades ni caprichos.
Alli no se impartía una excesiva cultura, pero si unos trazos afines de comportamiento para una convivencia digna y fértil en saber  expresarse con fluidez, sinceridad e incluso con gracejo .La convivencia era ALEGRE EN SU CONJUNTO. No podia ser de otra forma dado que la materia prima era fundamentalmente la juventud y su fuerza incontenible. La disciplina era el gran denominador común del centro. Del primero al ultimo sujeto que allí faenaba desde el alumno al director.. Y como no una gran dosis de religión , invadía la escuela. Quizás apoyada por la dirección considerando el vijo aforismo de QUIEN HUYE DE LA RELIGION RENIEGA DE TODO DEBER. Por cierto que no esta mal
En ese area de religiosidad quienes la programaba y exigían, sabían bien que su cosecha no era la deseada, pero seguían en sus trece, con el rosario al comenzar el día ,las obligadas misas de los domingos, que las presidía el PAPI dando ejemplo de fervoroso creyente, comulgando el primero, luego su familia y media docena , no mas de alumnos, los pelotas del cura, sacando tajada ello luego.
   Se complementaba el tejido religioso con una descomunal programación de ejercicios, espirituales, que supongo harían las delicias del profesorado y maestros, por estar tres dias libres de sus actividades. Algún año presidía los Ejercicios aquellos, el Padre Granda…, que tenia en Madrid  una gran fama de hacer perfectos aquellos eventos siniestros de hacer pensar en la vida eterna, en todo los sermones decía gritando TU YA NO PUEDES MORIR.. Acojonaba a todos aquel clérigo grotesco , que parecía un misionero de la conquista d América predicando a los indios.
El caso es que los ejercicios de marras, eran como los fuegos artificiales . A la semana nuestras lucidas mentes deambulaban por otros derroteros. Los logicos, pensar en las chavalas, que te referían como a demonios, ganar el partido de balonmano el domingo y sacar buenas notas con Lucena.
Pero llegaban los sábados y ala, otro acto de la liturgia escolapia, LA SABATINA
En aquello acertaban , pues la decisión general hizo una mutación del acto combirtiéndolo en LA SABACANTINA.Y así, en vez de acudir a las preces Marianas que programaban  en la capilla , elegíamos la cantina de Barciela, para degustar un par de bolsas de cacahuetes con un colodro de vino de la mancha, servido en unos botellones con el corcho atravesado por una caña, para beberlo en cuadrilla. Los mas pudientes se comían un maravilloso bocata de anchoas, que los PREPARABA Roberto, hijo del cantinero jefe, quien nos contaba  siempre historias de putas que hacían nuestras delicias. Paralelamente espiaban los secuaces del cura para contárselo luego. 









                                                                     ROMANCE DEL BITOQUE



Muy formidable era el bloque
De nuestra alimentación :
La perola y el BITOQUE
En las ciento veinte mesas
Que había en el comedor
En orden los auxiliares
Y el sargento de semana
Una monjita asomaba
En la entrada de cocina
Haber si estaban sentados
Los alumnos y soldados
Como si fuera en batalla
O en las gradas de un estadio
Todos hacían la “ola”
Gritando todos..!PEROLA!
CON ESTOMAGO VACIO
Con su rango de postín
Y sentados en el centro
El gran jefe de la mesa
Comenzaba a repartir
Con sonoras carcajadas
Y al ser el un gran tripero
Se servia el ,el primero
Las mas sabrosas tajadas
Cuando por segundo plato
Nos ponían un BITOQUE
El jefe pasaba un rato
Pensando y muy cabal
A quien le tocaba el lote
Del mas grande y bien tostado
Tal era la majestad
 De aquel plato codiciado

                                                        UNA ESCUELA DE HOMBRES CABALES
Cuando redacto estas líneas me hacen pensar que hace más de 53 años llegué a Madrid por primera vez. Desde un pueblecito de la Rioja perdido entre montañas. El argumento de aquel viaje era ingresar en una escuela de Formación profesional ubicada en Carabanchel alto. De la que tengo noticias que ha sido clausurada y sus instalaciones posiblemente destinadas a la construcción de una barriada de viviendas. Fue aquella escuela un Centro emblemático de Madrid en el que se formaron más de 50.000 hombres desde su fundación en los primeros años de la posguerra. Figuraba en una placa que sus edificios fueron inaugurados por el General Fernández de Córdoba por lo que se deduce que tenía identidad en el colectivo militar y muy concretamente en el cuerpo de Automovilismo. A cuya formación de especialistas estaba orientada la docencia. El perímetro del solar que ocupaban los edificios era aproximadamente de 2 kilómetros y su área de 25.000 metros cuadrados.
Llegué de madrugada a la estación madrileña del Norte. En tren. Donde una nube de mozos de cuerda provocaban con griterío servir en el transporte de maletas a los viajeros, hasta los taxis o tranvías para desplazarse hasta el centro de la capital. Para mí era nueva aquella estampa abigarrada de gentes diversas que transitaban por los andenes alarmados con la estridencia de silbidos de los trenes dispuestos a partir o anunciando su llegada. La población era madrugadora en las calles cercanas a la estación bullía el tráfico de autobuses y automóviles y también alguna tartana o carro del reparto de leche y pequeños vehículos manuales desde los que se anunciaba la recogida de trapos viejos y chatarra a domicilio. En las esquinas había cigarreras y algún puesto de botijos con agua fresca, tabernas y puestos ambulantes para la venta de churros y porras recién hechas.
Pregunté por dónde estaba la escuela de formación en que iba a ingresar y me dijeron que estaba a unos 8 km desde la parada de los trenes en la estación. Me indicaron la carretera que llegaba a Campamento. Un complejo de acuartelamientos. Desde allí debía desviarme a Carabanchel pasando por la larga fachada de su cárcel famosa y subir una empinada cuesta de la Carretera a Leganés.
Hice el itinerario a pie portando una vieja maleta de madera, la misma que mi padre había usado en tiempos de la guerra civil. Pesaba bastante. Pues habían puesto en ella ropas, calzado y varios paquetes con embutido y hogazas de pan para el viaje. Debo aclarar que había cumplido los catorce años en junio de ese año y aún llevaba pantalón corto. Al filo del medio día llegué al cuerpo de guardia del centro presentando a un cabo la carta de admisión. Me acompañaron a una nave-dormitorio, espaciosa y limpia. Dispuestas ya las camas de pisos y taquillas metálicas. Me indicaron cual era mi catre y mi armario. Allí esperé a que alguien me diera instrucciones charlando con otros alumnos como yo casi niños, preguntándonos el origen y poco más.
Así comenzó todo. Aquel compromiso había de durar 7 largos años de aprendizaje. Severo y puntual de otros tantos cursos que escalonaban los conocimientos en aulas y talleres, siendo su duración desde septiembre al 10 de julio.
El profesorado era de gran calidad y solvencia. Ostentando titulaciones de ingeniería industrial, abogacía y licenciaturas en teología e historia. El director durante muchos años fue D. Ricardo Piquens. Una personalidad excepcional en alto prestigio en Madrid y que se configuró como el alma máter de aquella escuela de formación profesional. Estructurando las enseñanzas de los alumnos en todos los niveles con una férrea dedicación a su conducta y comportamiento, para que al fin, se presentaran ante la vida como hombres cabales y de gran competencia. Auxiliaban el Centro una comunidad de religiosos Salesianos especializados, como se sabe, en la juventud. Estando instalado también un grupo de monjas de la caridad quienes se ocupaban de la cocina, de la enfermería y aseo de la ropa personal y de talleres.
Piensen ustedes que aquella época de los años 1950 componíamos el Centro más de 800 alumnos. Atendidos en la alimentación, la sanidad y el deporte, al margen de los estudios que ocupaban 12 horas diarias entre clases y prácticas de taller. Sábados incluidos. D. Ricardo Piquens tuvo un gesto insólito para aquel tiempo. Dio plaza de profesores a sus compañeros de armas separados del servicio por caer en su destino durante la guerra en campo republicano, sin otro medio de vida que aquella dedicación a la docencia. La dirección del Centro no se fijaba en la procedencia política de los alumnos ni siquiera en situaciones de orfandad o filiación familiar, pues era grave circunstancia por entonces el ser hijo de padres desconocidos.
Los alumnos llegaban de todas las regiones de España y se expresaban entre ellos sin ninguna dificultad o impedimento a sus lenguas vernáculas: euskera, catalán, gallego o valenciano. Lo cual enriquecía las comunicaciones entre todos.
El compañerismo era fraternal, sin duda como verdaderos hermanos, y no hay duda de ello. Toda vez que convivimos 7 años. Hoy los encuentros entre los exalumnos son algo especial en sentimiento amistad y alegría.
Cuando en los domingos nos daban suelta ocupábamos Madrid con nuestros humildes uniformes azules. La población nos llamaba los bomberos por la similitud de la indumentaria con ellos. Dedicábamos aquellas jornadas festivas fundamentalmente a ver películas de sesión continua, pasear por el Retiro o la Casa de Campo, y con muy poco éxito, ligar con las chavalas en guateques o bailes de barrio Kermés o verbenas populares. Al final tomábamos un bocadillo de calamares en los bares de atocha con una caña de cerveza, por todo lujo en la bebida y coger el tranvía nº 34 para retornar sin demora a la escuela. Donde la impuntualidad de los horarios era leonina y amenazaba con el arresto.
Y así una semana, un mes y otro curso programado con magníficas enseñanzas y muy digna formación humana.
En el deporte con la aportación de tanta juventud teníamos una gran vitola en los Campos y canchas de Madrid, militando en las primeras divisiones de balonmano y baloncesto. Los entrenadores de los equipos eran de gran prestigio en la capital. Ardebilez, que ejercía como seleccionador nacional de baloncesto en la época e interiormente el muy recordado Carlos Suárez y Salvador Ferradas miembro del comité olímpico nacional que ejercía de profesor. Era abogado.
Cuando terminaba aquel compromiso llegaba la licencia y lo soltaban ante la sociedad absurdamente sin titulación oficial alguna.
Incorporados a talleres o factorías de España con muy baja cualificación, otros ingresando en los cuerpos técnicos del ejército tras muy rigurosas oposiciones. Alcanzando luego casi todos ellos el rango de comandante y algunos el de Teniente Coronel.
La vida cumplió con justicia y aprovechó la sociedad a aquellos jóvenes con origen en la rigurosa escuela madrileña. Hombres de bien, honestos, fuertes y con una absoluta competencia en el oficio. En general escalaron muy altos puestos de responsabilidad y gestión. Repito la cifra estadística que arroja este Centro desde su creación, más de 50.000 alumnos pasaron por el Centro. Hoy los imperativos de nuevos tiempos lo han hecho desaparecer, pero quedará en aquel solar gélido en invierno y tórrido en verano, el imborrable recuerdo de quienes allí forjamos nuestro porvenir de la dignidad en el trabajo y la convivencia más sentida.
Sin olvidar a aquél hombre que nos dirigió con tal empeño, llamado cariñosamente “el papi” el cual falleció muy anciano, llegando al empleo de General en el escalafón militar y estando en la terna de ser nombrado ministro de industria en los años de 1960. Sus últimos días fueron


VERSOS A UNA TORRE



Silueta de dignidad

Que pregona un fiel legado

de una herencia en majestad

que son estudio y trabajo.

Forja de hombres cabales

Con yunque de la amistad

de cuando fuimos zagales

en su sombra y su verdad.

Torre de muy digna Escuela

Del alto Carabanchel

imborrable en su leyenda

y en la firmeza también.

Crisol de niños a hombres

que solo evocar sus nombres

es patrimonio del bien.

Publicado por Urogallo en 00:05 Enviar por correo electrónico
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1 comentarios:

ANDALUZ UNIVERSAL dijo...

A Quien escribe de esta forma , sobre nuestra querida TORRE , nos obliga a pedirte mas ,porque al hacerlo revivimos esos maravillosos años.

LA LEYENDA DE SAN CRISTOBAL
Es el Patron de los automovilstas. Este santo nacido en Alemania, a mediados del siglo XII, es uno de los patriarcas mas famosos de la cristiandad, precisamente por la fama que le otorga el privilegio de estar encomendado al colectivo de quienes usamos el volante y nos desplazamos en viajes . Su imagen es reproducida hasta la saciedad en pequeñas medallas que se pegan en los salpicaderos de los coches, a quien tacitamente se le hecha una miradita, en complicacion con una suscinta plegaria. siempre solicitandole proteccion.
La estatua del santo se identifica, con un fornido y robusto hombre, que porta en su hombro un niño. Gozoso de estar caminando con la proteccion, de San Cristobal. Habitaba en unos parajes boscosos cercanos al rio RIN. Sus padres eran unos sencillos pobladores , que vivian de ese trabajo de talar arboles y despiezarlos en modulos y gabillas que vendian luego en la aldea para hacer la lumbre del hogar en los inviernos. La cabaña en que nacio Cristobal esba junto a las aguas procelosas del rio y a la vera de una senda de peregrinaciones a Roma, por la que transitaban turbas de peregrinos a los que llamaban "romeros" Eran ya mayores los padres del Santo cuando este vino al mundo, siendo cuando crecio de una talla gigantesca, a la que acompañaba una fuerza colosal de sus brazoa- Su gran estatura le hacia sentir verguenza y apenas aparecia por la aldea escondiendose entre los arboles y parajes fluviales , siempre laborando con el acha y los descansos los usaba para la oracion.
Intervino como guerrero luchando en varias batallas feudales , provocadas por levantamientos populares de la grava, contra los poderosos señores opresosores. Mas siempre volviaa su cabaña y ejercia de transportista de peregrinos, pasandolos de una a otra orilla sobre sus espaldas, la prcelosa corriente de las aguas, su furia no admitia, otro medio de ejercer el paso. Asi y alli estubo Cristobal muchos años prestando este servicio y otras atenciones a sus semejantes.
Y se hizo anciano, pero su empeño y fuerzas no flaqueaban, y asi una amanecer llamo a su cabaña un niño de preciosa imagen , ojos azules y cabello rubio y ensrortijado. Quiero que me lleves a cas de mis padres,-le dijo el niño a Cristobal- Este lo cargo al hombro y cruzo el rio, no sin cierta dificultad, pesas mucho niñito , le decia- ?Donde esta la casa de tu padre.? Alli señalaba el niñito, tras aquellas montañas nevadas....y Cristobal obedeciendo subio trepando las sendas de las montañas, hasta que aparecio, al llegar a las cumbres una senda entre los nimbos y nubes que señalaban el rumbo del cielo . Al que llegaron juntos San CRISTOBAL y su preciosa carga transportada..... Por ello lo eligieron patron de los automovilistas porque bajo su proteccion se llega sin accidentes y felices al los destinos.

Su fiesta se celebra como ninguna,cadadia diez de julio, disponiendo flores en el coche habitual que usamos, incluso los soldados del automovilismo Militar y centros afines de formacion de conductores , lo honran en su dia con fervor consentido.









                                                                  AUXILIARES



Tengo la plena conciencia ,de que cuantas personas militaban en  sus cometidos, dentro del recinto de la Escuela, eran hombres de bien. Cumplidores a ultranza de sus deberes según normas establecidas en el orden y concierto de aquel abigarrado alumnado. Fueran profesores , bedeles o auxiliares de estudios, maestros de taller  o monitores del deporte. Buena era la dirección para tener allí a quienes no justificaran el sueldo, con competencia  y fidelidad meridiana al régimen interior del centro.
La disciplina militar pregona un concepto básico, para los que militan en sus filas, es lo que se llama ACCION DE CONJUNTO. Viene a traducirse que para lograr este efecto deben funcionar todos los factores que en ello se embargan, con la puntualidad de un reloj. Bien sabido es que en esa maquinaria, funcionan sus piezas con diferente esfuerzo o delicadeza orientado todo al fin  de dar la hora exacta. Comentar detalles de aquellos personajes pienso que desde el respeto, quizás sirva como homenaje a ellos , aun que se recree el relato en lo jocoso.
Quisiera glosar antes de entrar en materia del titulo, la influencia que tomo prestada de la magnifica crónica del compañero MARTIN SOLLA. Antológica por su originalidad y estructura ordenada ,que viene a ser un obra clásica para comprender la Escuela. EN UN TIEMPO CLARO ESTA , LUEGO ME CONSTA QUE CAMBIO MUCHO .
Sollá a compuesto el nervio central de las evocaciones y recuerdos. Tan solo la referencia de un nombre o de una cita de ese libro , da pie a la imaginación para componer y desarrollar el material allí acogido. Será un refrito , mas pulido por la verborrea o el estilo que se interprete, pero el génesis , la idea magnifica y sus inestimables aplicaciones al recuerdo o la nostalgia, están ahí en el buen libro de MARTIN SOLLA.
Bueno , dicho esto, quisiera abundar en un comentario sobre los auxiliares de estudios, señores SARMIENTO, ALONSO Y ARNAIZ.. Eran tres. Como los reyes magos. Los tres,  se adornaban con un detalle facial, es decir un bigotillo. Que curiosamente era diferente y personal ,de cada uno de aquellos auxiliares de estudio
El del señor Sarmiento, gozaba  de  ser el mas poblado , con matices tricolores , dada su venerable edad. Era el mayor en edad de los auxiliares, y parece ser que llegaba desde el empleo de Sargento en la guerra. El señor Alonso, era mas pulido en cuidar su bigotillo e imagen en general. Parecía una persona muy inteligente, el bigotito, era de riguroso diseño fascistoide, leve y vistoso como adorno sobre el labio. El del señor Arnáiz,  era negro y alargado como un gato, de ese color, tendido en la cocina. Claro que su apéndice nasal requería un colosal tamaño, pues su nariz era como la del gigante que derroto David, CASI DE UN PALMO DE LARGA
Nuestros tres auxiliares, vestían de corbata , que les daba un aire de inspectores de policía, de echo el señor Alonso debió serlo en un tiempo. Levaban los tres , bajo el brazo una inefable carpeta con cierre de tiras de goma. Lo que guardaban en ella, o los apuntes que hacían, se nos antojaban como poco agradables . Debían escribir mucho, pues en el bolsillo superior de la chaqueta, portaban varios bolígrafos , o plumas estilográficas, lapiceros también….. Una selva vamos ,de útiles de la escritura
Cuando vigilaban nuestras horas de estudio, se marchaban hasta las moscas, o al menos no se oían . Había que pedirles puntual permiso para hablar al de al lado sobre cualquier detalle o préstamo de , apuntes o la goma de borrar. Se sentaban en la regia mesa del profe , bajo la pizarra y se adentraban en la lectura de novelas algunas  veces. EL señor Sarmiento leía del oeste . fundamentalmente de Manuel La fuente Estefanía , que era el mas leído escritor de la posguerra, Nacido en Avila Y PROLIFERO AUTOR. Cada día escribía un relato de pistoleros, liquidando a diestro y siniestro a sus personajes. Lo que le comprometía ha hacer una lista de los que recibían los disparos, por no matarlos dos veces a lo largo de la acción en la lectura. Esto me lo comentaba nuestro compañero PACO PALACIOS, que era un exegeta y forofo consumidor de novelas del Oeste Americano. La verdad es que no había mucho tiempo para leer novelas. Pero aun así corrían por allí , aunque creo , que estaba prohibido hacerlo, en las horas de estudio y motivo de crueles arrestos,
El mas temible de los auxiliares era Alonso que recorría escrutando a cada uno de nosotros mirando como un buhoo  fijo y amenazador , temible cuando habría la carpeta de marras
Arnaiz era gigantesco . con unas espaldas de fornido molinero , siempre vistiendo trajes de color gris marengo, de chaqueta cruzada, y corbatas asebadas por el uso
Nos daba algo de vidilla, pues cada diez minutos salía a fumar por los pasillos, lo que nos facilitaba la labor de controlar las partidas de barcos ,que echábamos, conformando los cuadritos de l cuaderno de gusanillos, con el capo de combate naval…. TOCADO –HUMDIDO..  EN FIN

Estando en cuarto se incorporó como auxiliar CORAZA NEGRA, un joven que parecía universitario y lo contrataron al parecer , para que se ganara un dinerito como vigilante de alumnos . Este, bajo el brazo, no llevaba carpeta sino gruesos libros que estudiaba para lograr su licenciatura. Quizás hoy sea un prestigioso catedrático de lo cual nos alegramos. Creerme que a pesar de pasar horas y horas con aquel personaje , nunca pronuncio una palabra, Gran tipo aquel llamado coraza negra, a tenor de su riguroso traje negro , derivado sin duda de manifestar el estar de luto. La peli de ese nombre era muy buena en su argumento medieval con acción y torneos a caballo, la dama del chico era EDI  - --LAMAR,…. QUE ESTABA LA MAR DE BUENA…. DECIAMOS










                                                                             Las promociones



Todo en la vida adquiere una identidad desde su inefable articulación con el tiempo. Los pueblos, con sus culturas, las ciudades con sus gentes y las instituciones, con la impronta de quienes las dirigen o de quienes las militan. La EFP o las sucesivas siglas que ha ostentado en su andadura , no se aparta de la aseveración comentada. Contiene en su conjunto una recia personalidad, marcada a fuego , por los muchos factores, casi todos en positivo, que configuran su historial. Para hacer mas fácil comprender esta reflexión, nos remitiremos a las sucesivas promociones de alumnos que le dan lo fundamental del argumento. Ese tejido humano de las promociones  , tiene un contenido diferente , de sutil aprecio , cuya delicada alquimia es muy razonable extraerla, desde  la configuración general del centro . Una labor coherente, y minuciosa. Ordenada  en su cronología  , es decir ,componer unos anales de nuestro centro en base a las promociones que lo conformaron. Esta sería la idea básica.
La Escuela, evoluciono en la mentalidad , en el trato , en las atenciones, lógicas del tiempo de su existencia. Habrá alguien que capte el alcance de estos matices, y por supuesto, habrá alguien entre nosotros ,que sepa escribirlo para llenar el vacío que reclama la posteridad. La primera promoción sería  muy diferente a la última, lo seria en ideales , impuestos quizás, en tipología de cuerpo y de alma , en medios docentes, en calidad de vida, en sistemas de disciplina ,en alimentación ….incluso en las canciones que entonaban para amenizar los traslados de clase al taller
Podía lograse este empeño, si por cada una de las promociones, saltaría un” valiente “dispuesto ha hacer la labor de compilación de listas y descender al comentario de quienes mas destacaron por su originalidad en la convivencia. Todo desde una formula base  Lograríamos una documentación muy curiosa y edificante , ilustrando el trabajo con archivos fotográficos de ese tiempo de su hervor en los muros de la escuela. En resumen sumarnos al espíritu del blog de Antonio Verde, con un aluvión de datos medidos y probatorios de nuestra aventura escolar. La semilla esta sembrada , mas no responde en plenitud a las miras generosas de esa magnifica página de Antonio Obviamente colaborando con el, sin darle mas currelo que el que reclama  su causa, sino ayuda puntual y esmerada-
Me atrevo a iniciar la andadura de este comentario, trazando, supongo que torpemente ,un boceto de  sensaciones de como era la promoción. La  trece , citando a protagonistas elevantes..
La lagunas  asaltan , pues en principio no dispongo de una orla general de quienes la compusimos ,quizás alguno tenga la lista de todos,  se publico en el DIARIO oficial militar al igual supongo que de las demás promociones  de antes y después entre julio y Agosto  de los años pertinentes. No dispongo de material de fotos carné,  para  confeccionar esas bonitos y elocuentes murales  de los  universitarios, que recogen profesores y licenciados con foto de cada uno y el nombre al pie. Una pena.. Así que tiremos de la memoria, haber que es lo que sale. Pretendiendo con ilusión  que se siga la senda ,y aun  mejorada ,  en las demás promociones.
  Fue la nuestra singular en algunos aspectos. Incorporo al equipo de balonmano , jugadores de elite, elevando a la escuela a la división de honor. El Moro de portero, Paredes y Martínez en defensa . el fino y hábil Garrido distribuyendo juego, y de artilleros Vinicio y Mula , con tiros a puerta inalcanzables. Cuadrado completaba la plantilla jugando de extremo , colocándose entre las linias enemigas como un diablo. ..?Os acordais de Pierna Vieja?.Era un enemigo feroz. Escribía en el Marca, con elogios a nuestro equipo.
En otro orden de cosas fuimos la promoción primera, de la Escuela convocada a las oposiciones del cuerpo de Especialistas Una notoria novedad par un buen porvenir, al que nos acogimos un buen porcentaje de la promoción. El compromiso era otros cuatro mas , sumados a los cinco ya transcurrido. Casi una carrera eclesiástica. Dos de esos años con el empleo de cabo primera, tropa distinguida que decían entonces. Con una nomina de doscientas setenta y cinco pesetas , que nos parecía una fortuna. AL FIN , SARGENTO . Por aquel tiempo que asesinaron al Presidente Kennedy.Nuestra labor en el automovilismo militar fue colosal, especialmente en las Unidades de armas. Fuimos tan competentes que enseguida nos reclamaron para técnicos de los Grupos lanzacohetes, y mas tarde como mecánicos de helicópteros., carros de combate y lo que nos echaran. Nuestro prestigio de agigantó en el ejército notablemente.   
Comenzaría por decir que el mas alto de la promoción era sin duda Orozco, maquinista, Gran jugador de balonmano. Una muralla humana. , en el campo de deportes. Creo recordar que era su patria la Mancha como Don QUIJOTE, de  donde llegaron , Hortelano, Cabañas y Marcote. Mas que glosar el supremo intelecto de los últimos, quisiera dejar constancia de las habilidades cirquenses  de Hortelano , quien andaba mejor con las manos que con los pies. Se entrenaba constantemente poniéndose cabeza abajo, y desplazándose como un gamo , invirtiendo el aparato motriz para andar.
  Castilla la Vieja,  era otro foco de la cantera de escolapios, de donde llego Braulio Gómez Navas , Genial personalidad, consumado deportista y portador de una alegría  meridiana que contagiaba a todos. Este era de un pueblo de Avila, y desde Segovia llegaron los hermanos Gutiérrez y Vinicio, a quien seguramente le pusieron ese nombre desde el estreno de la película QUO-VADIS. De Cuenca era Roselino y de Palencia Vivanco, de Burgos ,Javier de las Heras, y de Galicia, Corredoeira Otero, que no soltó su acento vernáculo ni en el quinto curso .Los maños tenían como buque insignia a Motos, que de nombre ostentaba el de Héctor, el famoso héroe de Troya, Revenga, que era algo inventor, Vilas y Domingo M Ceresuela, cotizado galán , quien tenia cada domingo que lo arrestaban tres o cuatro visitas femeninas y tenia que esconderse para que no se tiraran de los pelos entre ellas.
Había extremeños, como lo era Federico Pacheco Buen chapista y vascos , Los recordados Cestona ,Valeriano . y  Ariznavarreta..Angel Martínez , Glera Y Calvo., (estos de la Rioja) Catalanes ilustres  como Camps. Serrez, Marcos Lo pez. Y los valencianos eran magnificados por el CHE, , Murcianos y cartageneros como Reverte, Mula y Paredes, el gran capitán   Andaluces de feliz memoria, Paco Martín , “el cordobés”, Antonio Fernández y Carralero. Ceutí era el apreciado  Duarte. Madrileños de pro, como Sainz de Baranda , Matallana, quien supongo sea un fiel seguidor del Real Madrid y sus inseparables amigos,  Manolo  e Illana… Y como no citar a Batalla, artífice de una maniobra sin parangón, en los escalafones militares….
 En fin valga como muestra. Quizás despierten  en interés los muchos y preparados compañeros , capaces en talento y dotes de organización, con la proverbial capacidad de trabajo y generosidad ,que nos honra a los ex alumnos de la EFP . Merecemos dejar nuestra historia y su huella. SEGURO , SEGURO ,QUE ES MAS IMPORTANTE QUE LA DE LOS TEMPLARIOS.  
Faltaría, designar una mascota, o vitola de identificación a cada una de las promociones . YO SUGIERO EL CANARIO, en honor al compañero Herrera, de era nativo de la isla de la Gomera y nos deleitaba con los silbidos nativos con los que se entendÍian sus habitantes.

Crónicas de la e f p


                                                         EL PUENTE DE TOLEDO.
Creo que todo los alumnos de la escuela, le tenemos al puente de Toledo  en Madrid una honda simpatía. Era el gran referente de nuestras salidas a la capital, Una imagen imborrable el mensaje de aquellas vetustas piedras de sillería, saludándonos cuando lo cruzábamos  montados en el tranvía 34. En el que ha veces de desprendía el trole y suponía una espera con la inquietante perdida de minutos que eran cruciales para nuestra puntualidad en la vuelta al centro,
La historia de ese puente anda colgada en un artículo en la red. Es curiosa repasarla, en su contenido de frontera para pagar impuestos que llamaban de PONTAZGO. Incluso fue escenario de combates durante los años de la invasión de Napoleón. Por San Isidro se celebraba en la pradera de su nombre , una preciosa romería, de la que participamos en su versión mas ancestral, tratando de ligar con las chavalas, con peor o mejor fortuna.
Bajo los ojos del puente de Toledo, todos recordamos la existencia de tupamares al aire libre, regentados por casquivanas , a cuyos servicios acudían algunos. Ello origino un capitulo en la Escuela que marco época por su inhumana  resolución, ya que fueron expulsados varios compañeros de los que dieron parte de frecuentar el serrallo del Puente de Toledo. Fue acojonante aquella ceremonia, todos los alumnos formados y desfilando uno a uno ante los compañeros expulsados, de quienes colgaba un letrero de espantosa lectura que nos obligaron a leer uno a uno. POR MENOSPRECIAR EL HONOR HE SIDO EXPULSADO,  entre ellos , un jefe de clase. Episodio patetico e incluso muy doloroso para todos nosotros, pero histórico….

Superado el puente entrábamos en General Ricardos, barrio cosmopolita ya entonces con cines espectaculares que frecuentamos algunos domingos. También los de Carabanchel Bajo, eran buenos cines. Y cercanos salas de baile,  que algunos picoteaban , ya en edd de mocear, vestidos de paisano y teniendo gran cuidado de no tropezar con ALONSO O SAMIENTO, que vivían por aquellos barrios y daban parte de tan ingenua aventura, lo cual podía costar una afeitado de cabeza y un par de meses de arresto.
Especiales acontecimientos, ya pasadas las fiestas del patrón celebran San Isidro, lo conformaban las famosas KERMES, siendo famosas las de San Antonio de la Florida y las de Carabanchel Bajo, a las que procurábamos colarnos sin pagar entrada, distrayendo a las cigarreras quienes tenían un cometido de vigilancia. La verdad es que estas e incluso los empresarios hacían un poco la vista gorda, pues sabían que nuestro afán era divertirnos sin armar nunca ningún tipo de reyerta o escándalo . En fin , tiempos para ser recordados  
  

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