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domingo, 11 de noviembre de 2012

PANEGIRICO DEL VINO BLANCO Las costumbres los hábitos de vida y de actividad han llevado hoy en día a la disminución del consumo de vinos blancos, no solo los de Crianza, sino en general. Hace unos años los hábitos de consumo eran muy diferentes. Una de las razones para el consumo de vinos blancos era de tipo médico y así, en una parte del texto de una Carta Físico-Médica, escrita en 1.784 por el Doctor Don Thomas de Aranguren decía: “El blanco goza de cualidad incisiva penetrante y diurética, facilita la perspiración, abre las vías y mueve con valentía la orina. No perjudica los nervios, no entorpece los sentidos, no grava la cabeza, mueve blandamente el vientre, disuelve los alimentos, limpia los vasos, atenúa lo craso, deshace lo compacto, quita las obstrucciones, no se detiene en el estomago sino lo preciso, no infla el vientre, ahuyenta los flatos y con su penetrante virtud se introduce hasta los más escondidos rincones de la naturaleza, prestándole los socorros que necesita. Se acomoda a los sanguíneos, a los coléricos, a los pituitosos; en el estío en toda región y con especialidad a los literatos, a los ciudadanos, a los cortesanos y a todos aquellos en quien por razón de sus empleos mentales no se verifica perfecta digestión; pues éstos, por lo mismo que no digieren bien, acumulan impurezas en las entrañas, contraen obstrucciones, les faltan las debidas excreciones, se incrasan los humores, se debilita el sólido, se para el espíritu y todo se desordena; de cuyas morbosas disposiciones liberta el vino blanco haciendo de él el debido uso. Puede beberlo sin recelo el niño, el mancebo, la mujer parida, la embarazada, la menstruante, pues a todos se acomoda sin perjuicio. El vino tinto consta de mayor porción de tártaro que el blanco, y por lo mismo es más pesado, menos penetrante, nada diurético y menos laxante. Suspende toda evacuación, se aceda con facilidad, infla el vientre, se detiene demasiado en el estómago, es más cálido que el blanco, grava la cabeza, entorpece los sentidos, obstruye las vísceras, detiene las excreciones y es común opinión que es más perjudicial y menos útil para el uso común que el blanco. Además de todo esto, el vino tinto encierra otras cualidades que si se llegaran a averiguar, quizás se mirara con menos afición de la que se mira, y fuera menos extenso su uso, con notable beneficio de muchos que lo beben. Los que tratan en vinos confiesan que el vino tinto les pone inservible la corambre; quemándola y corroyéndola en breve tiempo. ¿Qué cualidades pues, podemos presumir que encierra un ente, que corroe cuerpo tan duro y resistente como el de la corambre?. Los que manejan vino tinto echan de ver que las manos se les ponen ásperas, endurecidas y aun a muchos se les forman grietas; cuando por el contrario el vino blanco las pone suaves, mantecosas, limpiándolas de toda inmundicia, por adherida que esté. ¿Qué otra cosa se podría pues, inferir de estos efectos, sino que en el vino tinto residen cualidades estípticas y desecantes y en el blanco humidificantes y laxantes? ......................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................................

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